Finalizó el tercer juicio por jurados de la historia de la provincia de Mendoza.
Las tres jornadas del debate se desarrollaron con normalidad. El juez Ezequiel Crivelli condujo el debate con profesionalismo. Sin embargo, el caso revistaba aristas complejas que explotaron en la sala de deliberación. Más que un caso penal, se trataba de un caso moral.
El fiscal Fernando Guzzo acusaba a una mujer de 49 años, visiblemente enferma de un cáncer de mama en grado 5, de haber matado de un cuchillazo a su marido. La mujer afirmaba que se defendió de un intento de paliza y violación y logró probar que había sufrido violencia de género por 35 años.
El fiscal Fernando Guzzo acusaba a una mujer de 49 años, visiblemente enferma de un cáncer de mama en grado 5, de haber matado de un cuchillazo a su marido. La mujer afirmaba que se defendió de un intento de paliza y violación y logró probar que había sufrido violencia de género por 35 años.
Tras casi seis horas de deliberación, la tensión aumentaba en la sala de audiencias y podía percibirse fácilmente en las miradas del público y de los abogados.