AVISO

AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales

domingo, 19 de marzo de 2023

DOS ENTREVISTAS A ANDRÉS HARFUCH: "La credibilidad que tiene el jurado es 100 mil veces superior a la que puede tener la sentencia de un juez” (1) y “El poder de mandar a la cárcel a alguien no puede estar en manos del Estado” (2)


Andrés Harfuch. vicepresidente de la AAJJ, brindó dos recientes -y afiladísimas- entrevistas sobre el juicio por jurados que se volvieron virales en Twitter (hilo twitter). (hilo 2 de twitter)

Una es a LaNoticia1.com y otra a La Gaceta de Tucumán, principal diario de la provincia norteña. Las reproducimos aquí.

Un experto analiza la posibilidad de que en Tucumán se establezcan los juicios por jurados. “El poder de mandar a la cárcel a alguien no puede estar en manos del Estado”.


Casa Histórica de Tucumán


El juicio por jurados en la Argentina está previsto por la Constitución Nacional desde 1853. Tres veces dice en el texto que se debe llevar adelante este proceso que, sobre todo, involucra a los ciudadanos. Sin embargo, sólo 11 provincias tienen este instituto: Córdoba, Buenos Aires, Neuquén, San Juan, Chaco, Mendoza, Río Negro, Entre Ríos y Chubut, CABA y Catamarca. En Tucumán hay proyectos de ley presentados, pero por el momento no parece ser una prioridad para los legisladores. Sin embargo, este proceso gana cada vez más adeptos que, sobre todo, se basan en la posibilidad de devolverle al Pueblo su verdadero rol dentro de la Justicia. Hacer que se involucre. 

Andrés Harfuch es uno de los principales impulsores del juicio por jurados en el país. Este profesor de Derecho Penal, Proceso Penal y Criminología de la UBA no duda: “Una república que confía en los ciudadanos es una república sana”. Desde Buenos Aires, Harfuch dialogó con Juan Manuel Montero de LA GACETA y dejó sus impresiones. “Nadie va a condenar a un ciudadano si no tiene pruebas”, aseguró. Este fue el diálogo.

- Con la experiencia que ya se da en otras provincias, ¿cree que podemos tener juicio por jurados en Tucumán?

- ¿Querés que te diga cuál es mi sueño? Que el primer juicio por jurados se haga en la Casa Histórica, allí, donde se declaró la Independencia. Donde los congresales rompieron con la Colonia Española, donde se alejaron de la Metrópolis. Sueño con eso. En CABA propuse que se hiciera en el Cabildo. Se pusieron como locos. El tema es que a esto hay que darle la importancia que realmente tiene. En Tucumán los congresales lo tenían claro. Era 1816. Había pasado poco tiempo desde la revolución francesa de 1789. Era el fin del absolutismo monárquico, donde los ciudadanos no tenían garantías. No se garantizaba la división entre poderes. Le tenían terror el poder concentrado. Entonces miraron a Inglaterra que tenía una democracia constitucional que respetaba al imputado, donde había 12 ciudadanos incorruptibles que representaban al pueblo. Los congresales argentinos querían eso. Qué decir de Bernardo de Monteagudo, el gran juradista argentino que dio Tucumán. ¿Cómo no pensar en Alberdi? San Martín y Belgrano querían romper con el modelo colonial. Dorrego y Sarmiento vieron lo que pasaba en Estados Unidos con su sistema de Justicia y dijeron ‘queremos eso para acá’. Por eso la Asamblea del año 13 el primer acto que realiza es destruir los elementos de tortura y de Inquisición y todo viene de la Revolución Francesa. Hay cuestiones políticas y sociales para no llevar adelante estos procesos. La verdad es que ya en esa época España estaba en decadencia, en cambio Estados Unidos era cuidada por Inglaterra. Nuestros procesos quedaron a media agua. Tuvimos golpes de Estado y una institucionalidad muy débil, pero los representantes que fueron a Tucumán querían replicar eso. Entonces, volviendo a la pregunta. ¿Cómo no se va a poder hacer juicio por jurados en Tucumán con la historia que tienen? No tengo ninguna duda de que lo harán.

- La cuestión es si realmente estamos preparados para poner en manos de los ciudadanos el poder de decidir sobre la libertad de una persona…

- Lo cierto es que una de las facetas más terribles en Argentina es la debilidad de la Justicia. Es secreta, amañada, está cuestionada. En Argentina ya se hicieron 800 juicios por jurados, y la gente responde admirablemente. No es magia. La Justicia debe estar abierta al pueblo. No hay un tribunal más independiente que un jurado. La resistencia viene desde la Justicia, la política apoya el juicio por jurados. Muchos jueces creen que pierden el poder, pero la Constitución dice otra cosa. En las provincias que tienen jurados es impresionante lo que sucede. Los jueces advierten que el jurado sabe mucho, y toman sobre sí la parte más difícil de la decisión. Va cayendo la teoría de que no se puede hacer. Los abogados se están poniendo de acuerdo. Hay que tener en cuenta que cuando vemos a los jurados vemos al pueblo. Y una decisión del pueblo siempre es soberana.

- ¿Cómo es el proceso?

- El juez concede el rol a 12 jurados, con igualdad de género, seis mujeres y seis hombres. El fiscal acusa, están el defensor y el defendido, y la prueba no puede ir por escrito. Los testigos declaran, los peritos muestran sus análisis. Nada escrito, para que la gente que asiste al juicio pueda saber qué es lo que está pasando. Después de empaparse de las pruebas, el jurado delibera y la decisión debe ser unánime. Es la gran fuerza que tiene el jurado. Son personas de 18 a 75 años, no pueden ser abogados. Por ejemplo, se sortean por año 10.000 tucumanos, y esas personas se notifican de que pueden ser convocadas. De allí se sortean 50 para el juicio, y se hace la selección de los 12 que quedarán. Se les pregunta todo para saber si pueden ser imparciales. Se sortean 50, les preguntan, voir dire, audiencia de selección de los jurados. Si a la hora de la sentencia los jurados no llegan a la unanimidad se puede solicitar otro jurado, pero hasta aquí el 96% de los casos tiene resolución unánime.

- ¿Y cómo se garantiza la objetividad a la hora de un fallo, cuando hoy apenas se conoce un hecho los ciudadanos nos ponemos en juez y parte?

- Es muy distinto cuando deben tomar realmente el rol de jurados. Tengamos en cuenta que los jueces también están afectados por la subjetividad, pero hay gente que no tiene opinión formada, el jurado es la gran garantía de objetividad. Es un ejercicio de democracia directa como lo tenía la polis ateniense. Los países más desarrollados tienen jurado. Una república que confía en los ciudadanos es una república sana. El poder de mandar a la cárcel a alguien es peligroso y por eso no puede estar en manos del Estado.

- Pero sigue habiendo muchas dudas…

- He presenciado montones de juicios. Los jurados quedan fascinados por la experiencia. Ellos tienen la exigencia de no poder hablar con nadie de lo que están analizando, menos entre ellos. La ciudadanía toma este proceso con responsabilidad. No van a condenar a alguien porque sí. Si no hay pruebas no te van a condenar. Y recordemos que el monto de la pena queda en manos del juez. Tiene otros beneficios: es un ahorro para la institución. Es un mito que se necesita una gran estructura. En dos o tres horas de deliberación se llega a un veredicto, aunque hubo casos en los que se demoró 48 horas. En cada provincia siempre se comienza el proceso con los delitos más graves, y eso pone a los jurados en posición de tener que decidir sobre un caso con penas altas. Hay muchísima responsabilidad a la hora de dar el fallo.

- ¿Ve alguna traba en que pronto podamos tener estos procesos en Tucumán?

- En Tucumán hay un movimiento juradista muy fuerte, pero hasta aquí es una de las provincias en las que más nos cuesta comenzar con el proceso. Tucumán tiene un problema muy grave que es la falta de independencia sobre ciertos casos. No es fácil, sin embargo la experiencia se va a ir consolidando. Pero no podemos dejar de decir que Tucumán es una provincia muy complicada por las relaciones de poder. Hay que trabajar sobre eso. 




"La revolución de los Jurados Populares: “La credibilidad que tiene es 100 mil veces superior a la que puede tener la sentencia de un juez”


Por Ramiro Pablo Gómez - Twitter

Ya se llevan celebrados más de 800 juicios por jurados en el país. La Provincia de Buenos Aires es una de las jurisdicciones que lo aplica y la metodología del “juicio popular” crece dentro del sistema judicial.

“Es el tribunal más independiente que hay. El juez del Estado está siempre sospechado de que lo coimearon, o quiere ascender, o quedar bien con alguien. Los jurados no”, resume Harfuch en diálogo con LaNoticia1.com.

Andrés Harfuch es Director del Centro de Juicio por Jurados y Participación Ciudadana, y docente de Derecho Penal, Procesal Penal y Criminología de la UBA. Además, es miembro de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP).

Entrevista completa:

-En términos generales, ¿Qué es un juicio por jurados?

Es un juicio oral y público, que se hace de manera continua, en días consecutivos, en una corte abierta donde puede asistir todo el público. Inclusive puede ser transmitida por Youtube. Hay un fiscal que acusa, el abogado de la defensa junto con el acusado y el juez quien dirige el debate. La diferencia con los juicios comunes es que a la izquierda del juez hay doce sillas con los jurados. Entre el juez y el jurado hay otra silla más donde se sienta la persona que va a declarar, el testigo, el perito, el acusado. Entonces, el juez y el jurado pueden ver lo que declaran.

En los juicios por jurados toda la prueba desfila de manera pública y oral. No por papeles o escritos. Los abogados hacen sus alegatos, las preguntas y contra preguntas, el juez modera la discusión, y antes de irse a deliberar para establecer la culpabilidad o inocencia, el juez le da al jurado unas instrucciones legales sobre la aplicación de la ley, en qué consiste un homicidio, una violación, un delito, y con esa información el jurado se retira a deliberar para alcanzar un veredicto unánime.

Una definición de juicio por jurado sería que es un ejercicio de democracia directa dentro del sistema judicial. Viene de los atenienses, donde sin intermediarios el pueblo toma sobre sí, y no el Estado, la definición más importante.

-¿Quién puede pedir que sea un juicio por jurados? ¿El acusado, el acusador?

Está obligatoriamente previsto en la Constitución para todos los delitos graves en el artículo 118. Ese artículo establece que todos los crímenes deberán ser determinados por jurados. La Provincia de Buenos Aires, por alguna razón que nadie entiende, dijo que esto debe ser así pero que al acusado hay que darle la posibilidad de elegir si decide renunciar a ese derecho. Es la única jurisdicción donde pasa eso.

-¿Qué delitos pueden ser juzgados por jurados populares?

Por ahora Argentina comenzó con los delitos muy graves; homicidios, delitos contra la vida y la integridad sexual pero cada vez hay más juicios por jurados porque la ley prevé que junto con esos delitos se tienen que juzgar los delitos conexos. Entonces, podemos hablar de temas de drogas, lesiones, abuso de armas, robos.

-Simplificando, ¿Para qué cantidad de años en penas se utilizan el juicios por jurados?

Más o menos la fórmula es entre 12 y 15 años para arriba.

-Por ejemplo, el juicio por el asesinato a Fernando Báez Sosa en Gesell, ¿Podría haber sido juicio por jurados?

Iba a ser juicio por jurado pero a último momento, el abogado de los acusados, Tomei, decidió bajarse.

-¿Y para juicios vinculados a la política como el de Cristina Kirchner y la causa Vialidad?

Todavía no. Ese es uno de los delitos más difíciles, por obvias razones, para que en esta primera etapa el juicio por jurado se integre en Argentina aunque ya Córdoba tiene.  

-Entonces son 12 los jurados. ¿Cómo se seleccionan?

Hay una cuestión constitucional que viene de larga data. A vos no te pueden llevar a una jurisdicción extraña a juzgarte. Si te acusan de un crimen te tiene que juzgar la gente del lugar donde el hecho se cometió.

Por ejemplo, la Provincia de Buenos Aires anualmente sortea unas 40 mil personas del padrón electoral con los últimos tres números del DNI. Se hace una depuración porque tienen que ser personas entre 18 y 65 años. Los abogados, los clérigos, los miembros activos de las fuerzas de seguridad, miembros de partidos políticos o sindicatos, no pueden ser jurados.Todo el resto, pueden ser jurados. Una vez depurado el padrón, a todas esas personas las dividís por los distritos que componen la Provincia de Buenos Aires. San Martín, La Plata, Morón, San Isidro, Azul, Trenque Lauquen, Junín, Pergamino, etc. El dia que hay un juicio, de esa lista de Pergamino, se sortean unas 50 personas que van a ir a una audiencia de “voir dire” donde se seleccionan los jurados.

Las partes van a ir delante del juez y les van a hacer algunas preguntas a esas 50 personas, bajo juramento y de carácter general para ir viendo si esas personas tienen posturas tomadas sobre el caso. Si dicen “a los rugbiers los vamos a colgar a todos”, se las saca. De ahí, quedan los 12 jurados.

-¿Tiene importancia el nivel de escolaridad o estudios?

No. Al contrario, el juicio por jurado es una herramienta inclusiva. Hay gente que no sabe leer y escribir pero es honesta y muy sabia.

-El juicio por el caso Chocobar, el policía de la Ciudad que mató a un ladrón en La Boca duró como 3 años y no fue juicio por jurados. Esta forma de juzgar que estas planteando ¿acelera los tiempos procesales?

Sí. En general la justicia técnica es un desastre haciendo los juicios. El de Cristina, por ejemplo, ni siquiera fue un juicio sino una sucesión de conexiones por zoom que duró 3 años. El juicio tiene que ser continuo y consecutivo, no podés estar 3 años. Cuando son por jurado, lo que dura 3 años se desarrolla en 7 días como mucho.

-A los jurados, ¿se le paga comida, viáticos?

Si por lo general, más allá de los estereotipos que tenemos por los Simpson o Hollywood, retornan a su casa al final del día con instrucciones específicas que no prendan la tele, ni los celulares, ni hablen con nadie del caso. Los jurados cumplen con eso y vuelven al día siguiente.

-¿Cómo se instruyen en la causa los jurados? ¿escuchando a los testigos, peritos?

Sí , es todo oral y el público que asiste a la sala también puede ver el proceso porque esa es la manera de ejercer el control republicano. Nosotros venimos de la cultura opuesta, de la colonia española y del sistema inquisitivo europeo, que sacó la oralidad y los expedientes escritos solo lo pueden ver algunos abogados. Entonces la gente no entiende nada de lo que pasa.

-Vamos a suponer que haya un juicio por asesinato. ¿Los jurados están protegidos, tienen condiciones de seguridad, corren peligro?

Lo que pasa es que nadie sabe el nombre de los jurados, tienen números. Están muy protegidos por el sistema judicial. Todo ese temor no existe. Los que deberían temer más son los testigos.

-¿Te podés negar a ser jurado?

No, no podés.

-¿Cuántos votos se necesitan para declarar inocente o culpable a alguien? En la Provincia con 10 de 12 votos ya alcanza ¿no?

En el mundo es por voto unánime pero la Provincia tiene unanimidad para los delitos muy graves con perpetua y para el resto puede haber un veredicto de 10 de 12 jurados para condenar. En caso que lo declare culpable el jurado tiene que elegir del menú del delito que el juez ofrece, cuál es.

-¿Qué pasa si el jurado no se pone de acuerdo?

Es muy raro que pase pero el juicio se puede hacer una vez más a pedido del acusador. En el 96% de los casos se alcanza un veredicto unánime. Es muy importante la unanimidad porque le da una fuerza a la decisión tan grande que hay que saberla mensurar. No es lo mismo la decisión que emana de 12 personas del pueblo que de 3 personas que son jueces del Estado. El jurado tiene que estar todos de acuerdo, mientras que los jueces de Estado con 2 de 3 votos pueden decidir el caso. Eso es demasiado poder.

-¿Se puede apelar la decisión del jurado popular?

Si es de condena, sí, porque hay un pacto de derechos humanos que dice que cualquier condena puede ser revisada por otro tribunal. Si es un veredicto de inocencia, no se puede hacer más nada. El tipo se va caminando libre.

-¿Los abogados están formados para este tipo de juicios?

Es el desafío que tenemos en Argentina. Nosotros tenemos abogados preparados para la escritura y no les enseñaron a litigar pruebas en un juicio oral. Les enseñaron a hacer un “torneo” de nulidades para encontrar un escrito mal hecho en un expediente. Cuando están frente a un jurado están ante un desafío. Están delante de todo el mundo en un juicio oral y público. Tienen que llevar pruebas físicas, con lo cual tienen que empezar a investigar antes. Después, tienen que hablar en castellano común. Los abogados dicen “los autos no están en letra, el expediente corre por cuerda, lo tiene la alzada”. Hay que cambiar costumbres. Por último, los abogados influyentes tienen conexiones muy sólidas con jueces y fiscales. De repente, tienen 12 personas que no conocen y las tiene que convencer. Es el jurado más independiente que hay.

-En síntesis, el juicio por jurado pareciera ser un paso adelante en aquello que llamamos la búsqueda de justicia.

Pareciera no. ES. Es la única. No hay otra manera. En las Constituciones los países más importantes del mundo está establecido que el juicio debe ser por jurado. La gente común tiene que participar en la justicia.

Es la única manera que la gente confíe en el sistema judicial. La credibilidad que tiene un veredicto de un jurado popular es 100 mil veces superior a la que puede tener la sentencia de cualquier juez técnico que es un juez de Estado que está siempre sospechado de que lo coimearon, o quiere ascender, o quedar bien con alguien. Los jurados no. Llevamos más de 800 juicios en el país y la experiencia es muy exitosa.

Nosotros hablamos en materia penal pero ha sido tan exitosa la experiencia que Chaco acaba de dictar una ley de jurado civil para casos civiles de gran importancia como cuestiones ambientales, afectaciones muy grandes de empresas poderosas a consumidores.

Hay ciudades en Mendoza, Rosario y Neuquén que empezaron a establecer jurados contravencionales. Ruidos molestos, ponerte a fumar en lugares públicos, padres que se agarran a piñas en la puerta de una escuela, hacer sonar pirotecnia, en caso de no llegar a ningún tipo de salida abreviada o arreglo son juzgadas por 5, 6 o 7 jurados populares.

-¿Quién ofrece resistencia ante el avance de los juicios por jurados? ¿El poder judicial, el político?

Hay resistencia. El poder político no. La política lo ve bien al jurado. La prensa y la sociedad también tienen una mirada positiva. Los que tienen muchas reservas, son los abogados y cierto sector de la universidad. Los obliga a resetearse.

-¿Y los jueces no se resisten?

Son parte del poder judicial pero se están dando cuenta que el jurado vino a salvarlos. La gente no les cree más nada. Ahora decís que sos juez y te tenés que ir por la puerta de atrás. El jurado es como un pararrayos porque se lleva lo más difícil de la decisión y deja a salvo al juez.

Leer noticias aquí:

- Diario La Gaceta (6/3/23): "El poder de mandar a la cárcel a alguien no puede estar en manos del Estado" (ver)

- Lanoticia1.com (3/3/23): "La revolución de los Jurados Populares: “La credibilidad que tiene es 100 mil veces superior a la que puede tener la sentencia de un juez” (ver)