Tras tres años de vigencia de exitosa práctica en las provincias de Neuquén y Buenos Aires, el juicio por jurados va ampliando lenta pero persistentemente su competencia material: cada vez más delitos se incorporan al enjuiciamiento con jurados.
Se trata de una contundente muestra de confianza en la insitutción, que ha demostrado estar a la altura de las circunstancias y que es visualizada como un gran activo para la legitimación de las decisiones judiciales.