AVISO

AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales
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lunes, 16 de diciembre de 2024

Quiénes fueron los 12 jurados que declararon culpable a Martín Del Rio por el crimen de sus padres


El juicio por jurados en el que Martín Del Río fue declarado culpable a perpetua por el doble homicidio alevoso de sus padres captó la inmediata atención de la prensa nacional e internacional.

Los medios gráficos y televisivos del país enviaron a sus más prestigiosos periodistas a cubrir el juicio.

Fue muy importante la cobertura que realizó para Clarín Natalia Iocco, que ya evidencia un manejo del sistema de jurados infrecuente para el mundo periodístico. Por tal razón, dejamos aquí el link de cada una de sus seis brillantes notas sobre el caso.


Natalia Iocco, de Clarín


- Clarín (8/12/24): "Doble crimen de Vicente López: empieza el juicio contra Martín Del Río y un jurado define si mató a sus padres" (ver

- Clarín (9/12/24): "La empleada de los del Río complicó al hijo del matrimonio asesinado en Vicente López: “Es Martín, no hay dudas" (ver)

- Clarín (10/12/24): "Un testigo fulminó a Martín del Río en el juicio por el doble crimen de sus padres: “Es un garca”" (ver)

- Clarín (10/12/24): "Habló el hermano de Martín del Río: “Mi mamá se dio cuenta que Martín estaba matando a su papá”" (ver)

- Clarín (12/12/24): "Martín del Río dijo que es “completamente inocente” y apuntó contra “un grupo comando” por el doble crimen de Vicente López" (ver)

- Clarín (13/12/24): "Un jurado popular declaró culpable a Martín del Rio del asesinato de sus padres" (ver)

Pero también fue superlativa la cobertura que realizó Bárbara Villar para INFOBAE, sobre todo la columna en la que analizó quiénes fueron los jurados que tuvieron que resolver el caso Martín Del Río. Reproducimos aquí la nota en su totalidad, por ser un acercamiento novedoso acerca de los perfiles humanos de los ciudadanos a los que le tocó juzgar este caso tan importante (ver).


Bárbara Villar
Infobae




Se conocieron el día que arrancó el juicio y este viernes se pusieron de acuerdo en tiempo récord para dar su veredicto en contra del acusado del doble parricidio de Vicente López. Qué se sabe de ellos (por Bárbara Villar para Infobae).

Eran todos desconocidos. Hasta el lunes a la mañana, ninguno siquiera sabía de la existencia del otro. Sus realidades son distintas, como también sus trabajos y sus intereses. Sin embargo, desde ese día dejaron su rutina en pausa para cumplir con un deber ciudadano que no imaginaban que tendrían por delante: integrar el tribunal popular para juzgar al acusado del doble crimen de Vicente López. Y así, a pesar de sus diferencias, este viernes lograron llegar a un acuerdo unánime y dar el veredicto más rápido en la historia de los juicios por jurados en Buenos Aires: declararon a Martín Del Rio culpable del asesinato de sus padres, ocurrido en agosto de 2022.

La deliberación demoró entre 30 y 40 minutos. Cuando las autoridades volvieron a convocar a la sala bajo el pretexto de que ya había veredicto, en los pasillos del Tribunal N.º 7 de San Isidro se comenzó a comentar, con sorpresa, acerca de la rapidez en la que coincidieron. “Fue tiempo récord”, confirmó una fuente judicial a Infobae tras la sentencia, que se estimaba que se conociera luego de al menos dos horas de discusión.

La decisión estuvo a cargo de seis hombres y seis mujeres, cuya identidad es anónima. El promedio de edad de los 12 jurados rondaba entre los 30 y los 50 años. No obstante, había menores y mayores a ese rango. De hecho, el más chico tenía cerca de 25 y en la audiencia de selección contó la particular situación en la que se encontraba: vive en España y hace pocos días había llegado de visita al país para pasar las Fiestas con su familia. No obstante, tras ser convocado, se mostró interesado en el caso y no dudó en participar de las cinco audiencias de doble turno realizadas esta semana.

El más grande de los elegidos también era un hombre y le llevaba 40 años. Es jubilado, pero hasta hace poco tiempo atrás ejercía como contador y profesor. En ese aspecto tuvo una coincidencia con una de las jurados mujeres, que también se dedicaba a la docencia. Ella, en cambio, es profesora de inglés y aún le da clases a sus alumnos, aunque durante estos días debió posponer sus encuentros.

El jurado popular, que fue el sistema de juzgamiento que eligió Del Rio como estrategia para el proceso en su contra, también estuvo integrado por un estudiante, una psicóloga, una ama de casa y una empleada doméstica, entre otros trabajadores en actividad. Todos se fueron conociendo entre sí a lo largo de las más de 40 horas que compartieron juntos esta semana. De a poco fueron soltándose y mostrando algo de ellos. Uno, por ejemplo, era hincha de Boca y en una de las audiencias vistió una campera de su club.

La mayoría de sus gustos y preferencias los descubrieron en los cuartos intermedios, cuando tenían tiempo para desayunar, almorzar o merendar, según el horario. Al mediodía había una particularidad que diferenciaba los menús de tres de los jurados de los del resto: dos eran vegetarianos, mientras que uno era celíaco. En el resto, los platos variaban, aunque casi todos los días había alguien que pedía por papas fritas o milanesa.

Algunos vivían cerca y salían poco antes de sus casas para llegar a tiempo al tribunal, mientras que otros tenían largos tramos de viaje. Uno de ellos tuvo complicaciones para llegar justo en la última jornada del juicio, convocada a las 11 de la mañana para los alegatos. Venía en colectivo, pero se demoró y la audiencia debió postergarse varios minutos para esperarlo.

La actitud del jurado frente a la exposición de los testigos de la Fiscalía, el particular damnificado y la defensa, era distinta según el día, las horas de audiencia que arrastraban y las declaraciones de quienes hablaban. Algunos se mostraron muy atentos, otros por momentos bostezaban y unos pocos tuvieron momentos en los que cabeceaban o dejaban cerrar sus ojos unos segundos por el cansancio. También se los vio llorar, como al escuchar el testimonio de la exesposa de Del Rio, Cecilia Sánchez, o de su padre y ex suegro del acusado, Miguel. En los últimos ingresos del jurado a la sala, ya se notaban risas cómplices entre algunos de ellos.

Los 12 integrantes titulares y los 6 suplentes debatieron su veredicto tras una semana en la que estuvieron al frente de diferentes pericias, el análisis de las cámaras de seguridad y los relatos de 20 testigos, entre ellos el propio Martín Del Rio, quien aseguró su inocencia. En sus palabras finales, el imputado les dijo directamente: “Quiero decirles que es imposible haber cometido este hecho sin haber estado en el lugar, sin que el arma homicida haya pasado ni siquiera cerca mío. Soy completamente inocente”.

Pasadas las 19 de este viernes, el jurado pasó a deliberar. Dado que la acusación era “doble homicidio simple agravado por el vínculo, por alevosía y por el uso de arma de fuego”, la cual tiene una pena de prisión perpetua, la culpabilidad de Del Rio debía ser decisión unánime. Pero si había cuatro integrantes que lo creían inocente, entonces sería considerado no culpable de asesinar a disparos a José Enrique Del Río (75) y María Mercedes Alonso (72) el 24 de agosto de 2022.

Las partes esperaban, al menos, unas dos horas de discusión. Sin embargo, a las 19:30, las autoridades ya habían llamado a la sala de juicio porque había veredicto. Por la inusual velocidad con la que se logró un acuerdo, en los pasillos del tribunal sanisidrense se empezó a deslizar que probablemente la sentencia sería en contra del imputado. Pero nada estaba dicho hasta el anuncio del jurado popular.

Apenas 10 minutos después, finalmente emitieron su veredicto y declararon a Martín Del Rio culpable del doble parricidio ocurrido en la casa de Melo 1101. La jueza María Coelho luego confirmó su pena a reclusión perpetua.

jueves, 12 de diciembre de 2024

CATAMARCA: Bazán y Morales fueron declarados culpables por el crimen de Ocampo en el juicio por jurados más importante de la provincia

El fiscal Augusto Barros y el juez Jorge Palacios



Catamarca sancionó una magnífica ley de juicio por jurados en 2021. Hoy lleva ya veinte juicios realizados con todo éxito. Un nuevo paradigma de litigación adversarial, publicidad y oralidad plena se vislumbra hoy en la norteña provincia, gracias a la presencia de sus ciudadanos como jueces decisores.

Pero este crimen tan resonante sobre un triángulo amoroso que conmovió a la provincia era una prueba de fuego para el jurado. El jurado condenó a ambos con un veredicto que sorprendió a los Tribunales por su precisión. 

Es que el jurado descartó la agravante de la alevosía pretendida por la fiscalía por falta de pruebas. Pero consideró probado más allá de toda duda razonable el vínculo entre Ocampo y Bazán, razón por la cual condenó a la mujer por homicidio agravado por el vínculo y a Morales, correctamente, por homicidio simple.




El caso y los hechos

Hugo Ariel Ocampo fue asesinado el 18 de enero de 2021 en Antapoca, Valle Viejo y posteriormente fue encontrado en un aljibe. La familia había denunciado su desaparición, y tras varios rastrillajes, fue encontrado el domingo 24 de enero.

Los dos acusados Morales y Bazán eran pareja y tenían hijos en común. Pero su relación era muy conflictiva, al punto que la mujer Cintia Soledad Bazán comenzó un amorío con el difunto Ocampo. Morales se enteró y allí se selló su suerte.

La investigación indicó que Ocampo y Bazán se encontraron para dirigirse a una construcción en ruinas en Antapoca, donde comenzaron a tener sexo en el piso.

Allí Morales los siguió, saltó desde una roca y lo mató de un palazo en la nuca. Tras la muerte, ambos acusados, los dos muy corpulentos, arrastraron el cuerpo y lo tiraron a un aljibe de 20 metros de profundidad para que nunca apareciera. 

Para la fiscalía, ambos planearon la muerte de Ocampo y los acusó de homicidio agravado por la alevosía y por el vínculo. A Bazán por atraerlo al descampado para tener relaciones y a Morales por ultimarlo de un palazo. 

¿Qué dijo Cintia Soledad Bazán del crimen de Hugo Ocampo?

Bazán se defendió para despegarse del crimen y sostener que todo fue obra de Morales, de sus celos y que la tenía dominada. Por esa razón el juez Palacios correctamente instruyó al jurado con perspectiva de género, ya que la mujer Bazán acusó a Morales de pegarle, abusar de ella y volverle la vida imposible. Que todo lo que hizo fue por miedo a Morales.

La imputada expresó que se encontraba en el piso con su amante y estaban por tener relaciones íntimas cuando llegó Enzo Morales y lo atacó con un palo. El abogado defensor de Cintia Soledad Bazán indicó que su defendida vio cuando le pega y lo aprieta con el pie en el cuello, el hecho duró cerca de 30 minutos. Por último, aclaró que no realizó la denuncia por temor a cómo reaccionaría el imputado. Pero el jurado no le creyó.

Tras cuatro largas horas de deliberación, el jurado dio su veredicto unánime y confirmó su culpabilidad.

Reacciones de la familia y los acusadores


“Esos miserables se van a morir en la cárcel”, expresó emocionado el hermano de la víctima a la cámara Catamarca Radio y Tv. 

"Como familia queremos que esta etapa culmine de una buena vez. Haber escuchado la palabra ‘culpables’, más allá de lo que estamos ahora esperando que sean los años que les corresponda, para nosotros fue una paz, una caricia al alma. Haber escuchado que sean culpables es un alivio. Esto es algo que se tiene que terminar. Sufrimos día a día para haber escuchado esta palabra –"culpables-". Más allá de la pena, son asesinos. Van a ser condenados porque son asesinos”, expresó.




El juez fue Jorge Palacios. Los fiscales fueron Augusto Barros y Yesica Miranda; la querella particular la ejerció el abogado Víctor García; la defensa de Enzo Morales estuvo a cargo de Estanislao Reinoso Gandini y Florencia González Pinto y, por último, la defensa de Cintia Bazán la ejerció Fernando Alfaro.

Noticias aquí:

- El Esquiú (5/12/24): "Crimen de Ocampo: Bazán y Morales fueron encontrados culpables" (ver)

jueves, 27 de octubre de 2022

MERCEDES: El jurado declaró culpable a Gabriela Aracy Moreira por matar a su marido de un tiro en la cabeza mientras dormía

Rolando Nusbaum conoció a Gabriela Moreira
en un boliche, cuando ella tenía 21 años y él 50



Por unanimidad, un jurado popular halló culpable a Gabriela Aracy Moreira. La defensa de la mujer había alegado que era víctima de violencia de género

A pesar de contar con varias alternativas de veredicto, incluyendo la no culpabilidad por legítima defensa ante violencia de género, el jurado popular de Mercedes fue concluyente y declaró culpable de homicidio agravado por el vínculo y con alevosía a la ciudadana uruguaya Gabriela Aracy Moreyra (42). La víctima fue Rolando Nusbaum (68), poderoso empresario rural con campos y cotos de caza en La Pampa.

El caso tuvo ribetes de todo tipo y cambios de abogados defensores y de estrategia procesal.

En un principio, la mujer aseveró que fueron víctimas de una entradera fatal y un robo en la madrugada del 12 de agosto de 2019. Pero luego, ante el cúmulo de evidencias en su contra, reconoció el crimen y confesó que era víctima de violencia de género. El jurado no le creyó y la condenó. El veredicto fue unánime.

"Una casona de un millón de dólares, millonarios negocios y un divorcio inminente sería el móvil del crimen en el country. 

Rolando Nusbaum fue ejecutado de un tiro en la cabeza y por el caso está presa su ex mujer, con la que tenía una sociedad comercial y dos hijos. 

La mansión tiene nueve dormitorios y estaba a la venta." (Diario Perfil)



“No logro entender cómo ninguna de las seis jurados mujeres empatizó con ella”, le dijo a TN el abogado defensor de la mujer.

Sin embargo, reconoció: “Era un fallo muy difícil, había que estar en los pies de ellas. Tenía que darle carta blanca a una persona que mató al marido. Era una causa bastante complicada”.


Tras una hora y 40 minutos de debate y por unanimidad, el jurado popular halló culpable este jueves a Gabriela Aracy Moreira, quien llegó a juicio acusada por haber matado a su esposo, el empresario rural Rolando Nusbaum (68), de un disparo en la cara en la casa que compartían junto a sus hijos en un barrio privado del partido de Luján. La condenarán a la pena de prisión perpetua.

El 12 agosto de 2019, la mujer de 42 años y de origen uruguayo, mató de un disparo en la cara a su marido, en la habitación de la casona en la que ambos vivían, dentro del barrio privado La Ranita en la localidad bonaerense de Open Door, Luján. En la misma propiedad estaban los dos hijos -16 y 9 años- de ambos, quienes dormían en sus habitaciones. El crimen ocurrió entre la 1 y las 4.

Sin embargo, en un principio la mujer negó el homicidio. Es que después de que encontraran el cuerpo del empresario, Moreira le dijo a la Policía Bonaerense que su marido había sido asesinado por tres ladrones a los que además tuvo que darles 30 mil dólares y ayudarlos a escapar. Sin embargo, quedó probado que fue ella quien apretó el gatillo.

Así, a lo largo del juicio, la defensa de la acusada, ejercida por Pablo Becerra y Leonardo Figal, sostuvo que Moreira mató a su marido como resultado de los años de violencia machista (física, psicológica y hasta económica) a la que fue sometida por Nusbaum.

La parte acusadora, a cargo del fiscal Guillermo Lennard, en tanto, aseguró que el móvil del crimen era económico. Entre los motivos se deslizó la disputa en un divorcio por una valiosa casa y millonarios negocios que tenían en común


La fiscalía aseveró que el móvil del crimen fue 
el dinero: la casa de Open Door y la empresa valen
más de tres millones de dólares


"Un final anunciado", dijo Francine Nusbaum, hija del primer matrimonio del empresario asesinado




Para Francine Nusbaum (41), hija del primer matrimonio de la víctima, no hay dudas. En diálogo con TN, afirmó: “(Moreira) Lo mató por una casa, perdí al hombre de mi vida porque esta persona se quería quedar con una propiedad”.

Francine se fue del país hace más de una década y formó su familia en España. No obstante, mantenía una relación cercana con su padre y tenían contacto casi a diario. Por eso, cuando una noche sonó su teléfono y le dijeron que estaba muerto, su respuesta fue inmediata: “Lo mató Gabriela”.

“Hace 20 años que me lo veía venir”, apuntó Francine. Si bien nunca tuvo “un vínculo amistoso” con su madrastra, con quien prácticamente tenían la misma edad, sostuvo que la relación era “cordial”. Aún así, remarcó, fue testigo del devenir del matrimonio y el sufrimiento que Moreira le causó a su padre.

“Él estaba perdidamente enamorado de Gabriela”, remarcó la hija. A pesar de la gran diferencia de edad que había entre ellos, más de 20 años, llevaban juntos casi la misma cantidad de tiempo y tenían dos hijos en común. Pero no todo era color de rosa. “Ella tenía un amante”, dijo Francine, sobre el motivo que quebró la relación. “Mi papá sufrió muchísimo, bajó 30 kilos”, agregó.

Después de un período separados por este motivo, relató la hija de la víctima, un día Gabriela decidió volver, pero impuso algunas condiciones. “Insistió mucho con casarse, y mi papá aceptó”, señaló Francine, pero la relación no volvió a ser la misma. De hecho, ella siguió viendo eventualmente a su amante, y se lo decía abiertamente a su esposo.

Después del crimen, Francine tuvo cara a cara por primera vez a Gabriela en una de las últimas audiencias del juicio, pero ni siquiera se miraron. “No demuestra emociones ni arrepentimiento, es una narcisista”, consideró sobre la imputada por el crimen de su padre.

“Mi papá era un hombre maravilloso, muy divertido, toda la gente que testificó dijo que era un tipo de gran corazón”.

Con el duelo a flor de piel, días atrás viajó desde España a la Argentina para estar presente en el debate. “Él tiene que poder hablar también y soy la única voz que le quedó”, explicó.

Pese al dolor, Francine se considera afortunada por la relación que tuvo con su papá: “Él tenía una mirada de amor, se le llenaba de luz la cara. Esa mirada de amor es lo que más extraño, nadie nunca más me va a mirar así”.

EL CASO

De acuerdo con la investigación, tras el crimen del empresario, Moreira en un principio declaró que cuatro hombres habían ingresado al domicilio por la fuerza, la habían despertado apuntándola con armas de fuego y, tras exigirle dinero y armas, ella optó por entregarle los 30 mil dólares. También indicó que junto a dos de los delincuentes recorrió la planta baja y que escuchó una detonación en la parte superior.

En ese contexto, dijo que fue obligada a ayudar a dos de ellos a escapar en su vehículo y que, cuando regresó a la casa, su marido estaba muerto. Pero se pudo comprobar que nada de eso pasó, ni siquiera lo que contó cuando denunció lo sucedido ante un puesto de vigilancia cercano al country al que llegó corriendo y en el cual encontró a dos mujeres policías.

En aquel entonces, el fiscal Pablo Vieiro, de la Unidad Funcional de Instrucción Nº10 descentralizada de Luján, encontró varias grietas en su declaración. Por ejemplo, no supo explicar por qué nunca subió a la habitación para corroborar que aquella detonación era efectivamente un disparo o por qué dejó a sus dos hijos solos para ayudar a los delincuentes a escapar.

La mujer fue detenida 48 horas después del crimen, luego de que saliera del baño de la Fiscalía de Mercedes. Además de las inconsistencias en la declaración, hubo una prueba que le complicó: en el análisis de dermotest le encontraron restos de deflagración de pólvora en las manos.

Los policías que llegaron a la casa y encontraron el cuerpo de Nusbaum sobre la cama hallaron una caja color amarilla dentro de una vitrina, con la inscripción “9 mm. Luger Remington UMC made in USA”. La caja contenía 172 municiones y, a la vista, sólo un lugar estaba libre. Luego, se advirtió que estas municiones eran del mismo calibre y de la misma marca que la vaina servida que estaba en el suelo, al costado del cuerpo, disparada por una Beretta que Nusbaum había declarado en el ex Registro Nacional de Armas.


Nusbaum era cazador y tenía varias armas
registradas a su nombre. Con una de ellas
lo mataron.


Nusbaum poseía diversas armas registradas y municiones debido a su práctica de la caza. Según indicaron sus familiares en ese momento, un tiempo antes del asesinato administraba un coto en la provincia de La Pampa. En el domicilio encontraron al menos 20 tipos diferentes de armas blancas, municiones de escopetas y diferentes artículos de caza.

El informe de la autopsia especificó la presencia de “una fractura conminuta con presencia de cuerpo extraño metálico de aproximadamente un centímetro de diámetro, compatible con un proyectil de arma de fuego...”. La bala ingresó por el malar derecho.

Otro dato que lograron los investigadores, y que les sirvió para acreditar ante el jurado la alevosía (matar a traición y sobreseguro), fue que Nusbaum tenía, en el sector derecho y detrás del ojo (en forma longitudinal), la existencia de un “área en blanco” en el que no había salpicaduras de sangre. La víctima usaba para dormir una boquilla, así aliviaba sus trastornos respiratorios. La hipótesis entonces: fue asesinado mientras tenía la máscara puesta. Es decir, mientras dormía.

Los hijos manifestaron al jurado que no llegaron a escuchar ni la llegada de los asaltantes, ni el disparo.

Las dos versiones contrapuestas

En el juicio se acreditó, tras la declaración de varios allegados a la pareja, que el vínculo entre Moreira y Nusbaum era conflictivo y que al momento del crimen tramitaban el divorcio. Había en juego varios millones de dólares. Estaba la mansión de mil metros cuadrados, con nueve dormitorios, ocho baños y ocho cocheras que tenían en “La Ranita”, valuada en más de 1 millón de dólares.

No era lo único. Aracy Moreira, monotributista categoría F, registrada como empresaria en los rubros de la AFIP, tenía su domicilio fiscal en La Ranita y, según el Boletín Oficial, era parte legal de los negocios de su marido. En junio de 2013, Nusbaum le cedió 20 mil cuotas de la empresa a su mujer y renunció al cargo de gerente: la sucesora en el cargo fue ella. La empresa, curiosamente, había sido creada menos dos meses antes. La socia original era una mujer hoy de 37 años, del mismo apellido que el empresario, una aparente familiar.


Tribunales de Mercedes

LA VERSIÓN DE LA FISCALÍA 

"Lo mató para quedarse con toda su fortuna"

La versión del robo se cayó enseguida con el resultado del peritaje balístico y el análisis de los videos del country. Ella había declarado inicialmente que ambos habían sido víctimas de un robo y que, incluso, fue obligada por los delincuentes a sacarlos del lugar ocultos en el baúl de su auto, para evitar el puesto de guardia instalado en la entrada.

Sin embargo, sus palabras fueron puestas en duda por la autopsia, que reveló un dato singular.

Rolando Josué Nusbaum, de 68 años, fue ejecutado de un disparo en la cabeza mientras estaba acostado, con una máscara de oxígeno en el rostro y tapado en la cama de su habitación del exclusivo club de campo Las Ranitas, en la localidad de Open Door, Luján. 

Los peritos llegaron a la conclusión de que la víctima recibió el mortal balazo mientras dormía, ya que no se detectaron señales de intentos de defensa.

Los hijos de la pareja -16 y 9 años- manifestaron al jurado que no llegaron a escuchar ni la llegada de los asaltantes , ni el disparo. 

Sin embargo, la mujer nacida en Montevideo indicó que dos de los delincuentes la obligaron a ayudarlos a escapar en su vehículo , escondidos en el baúl, para no levantar sospechas en la guardia de seguridad del lugar.

El jurado vio el video en el que efectivamente Moreira, a las 3.50 de la mañana del lunes del 12 de agosto, salió con su Ford Focus, saludó a uno de los empleados de seguridad y se retiró del complejo. Las imágenes también originaron un gran interrogante en la investigación: ¿cómo escaparon los otros dos delincuentes?


La acusada en la U47


LA VERSIÓN DE LA DEFENSA

"Lo mató para defenderse porque era un violento de género"

La defensa de Moreira, representada por los abogados Pablo Becerra y Leonardo Figal, dio un drástico giro a la estrategia. Atrás quedó la teoría del robo y plantearon que, durante años, la uruguaya fue víctima de diferentes actos de violencia de género física, sexual psicológica y hasta económica por parte de Nusbaum.

Durante meses estuvieron en los medios de comunicación instalando la teoría de años de un presunto infierno de violencia de género dentro de la mansión y un crimen dentro de la habitación matrimonial.  

“Esta era la típica familia nuclear que, puertas adentro, era un tremendo infierno. Ella era víctima de una feroz violencia de género, psicológica, física, sexual y también económica. Hasta que un día Gabriela no pudo más”, alegó ante el jurado el abogado Pablo Becerra.

“Lamentablemente, hubo una noche en la que él la amenazó de muerte y ella tomó un arma de fuego que era de su marido y le efectuó un disparo”, agregó el letrado.

De acuerdo a la defensa, Gabriela Aracy Moreira había sido amenazada esa misma noche por su marido con la frase “a vos te queda poco”

La defensa aseguró que tenía terror a las posibles represalias de realizar una denuncia contra su marido. También aseguraron era obligada a tener sexo por su marido de manera constante y que la violencia de género se desarrolló también en el ámbito económico. 

“Había dos propiedades que están a nombre de la primera hija de él, de otro matrimonio. Cosa que no tuviera la oportunidad de colacionar con los hijos de ella”, afirmó Becerra.




EL JUICIO

El momento más esperado llegó cuando la acusada decidió declarar ante el jurado. Sostuvo toda su versión pero incurrió en una contradicción muy importante. Dijo que el tiro se le había escapado y que no lo quiso matar. Terminó contradiciendo a sus propios abogados.

Los abogados Figal y Becerra sostuvieron durante todo el debate que, ya en la habitación, la mujer tomó un arma 9 mm que Nussbaum guardaba debajo de su almohada en cada noche y le efectuó un disparo en el rostro a su marido, quien se encontraba despierto. 

El proyectil ingresó por la zona del malar derecho del rostro y le provocó una grave lesión cerebral que condujo a la muerte en cuestión de pocos minutos.

Pero los peritos balísticos y el médico forense concluyeron que Nusbaum dormía cuando le dispararon. La versión no cerraba por ningún lado.

Por su parte, el abogado querellante Sergio Dubove, que representó junto a Germán Camps a la hija del asesinado Nussbaum de su primer matrimonio, negó que durante la relación haya habido violencia de género.

“En todo el historial de la relación no había una sola denuncia, en un juicio de divorcio que ella había iniciado un tiempo antes no hizo ninguna referencia a una situación de violencia y tampoco en sus declaraciones, tanto en la etapa de instrucción como en la oral”, detalló al respecto.

Dentro de la habitación de la casa que ambos compartían con los hijos del matrimonio, Joshua Nusbaum, que entonces tenía 16 años, y Anika Nusbaum, con entonces 9.


La jueza Patricia Guerrieri

La jueza Patricia Guerrieri, en su primer juicio por jurados, condujo el juicio con gran profesionalismo. Instruyó al jurado con cuatro opciones de veredicto y con precisas referencias a la perspectiva de género:

1) Homicidio agravado por el vínculo y alevosía

2) Homicidio agravado con circunstancias extraordinarias de atenuación

3) Homicidio culposo

4) No culpable por legítima defensa en contexto de violencia de género


El jurado decidió lo primero y selló la suerte de la mujer, detenida en la Unidad 47 de José León Suárez.

Leer noticias aquí:

- La Nación (15/819): "Crimen del empresario: detuvieron a la esposa de la víctima" (ver)

- Clarín (26/10/22): "Un jurado popular declaró culpable a una mujer que mató a su marido en un country" (ver)

- INFOBAE (26/10/22): "Condenaron a prisión perpetua a la mujer que mató a su marido en un country de Luján" (ver)

- TN (26/10/22): "Luján: condenaron a perpetua a la mujer que mató a su marido de un tiro en la cabeza" (ver)

- PERFIL (17/8/19): "Una casona de un millón de dólares sería el móvil del crimen en el country" (ver)

sábado, 15 de octubre de 2022

CATAMARCA: Gran repercusión nacional en el primer juicio por jurados de la provincia. "Liam" Salcedo culpable del homicidio agravado por el vínculo de Débora Barros.

 

Débora Barros


La noticia impactó en las primeras planas de todos los diarios del país. Catamarca inauguró ayer con su primer debate por homicidio agravado el juicio por jurados. Se suma así al prestigioso grupo de provincias que juzgan sus crímenes con el sistema de enjuiciamiento que ordena la Constitución Nacional de 1853.

Fue la culminación de un notable y eficaz proceso de implementación, llevado a cabo metódicamente y con gran profesionalismo por parte de los tres poderes.

El año pasado, el Gobernador envió un proyecto de ley de primer nivel mundial a la Legislatura. Ambas Cámaras lo aprobaron por unanimidad. En los estrictos plazos que marca la ley, la Corte de Justicia realizó el sorteo de jurados, la depuración de los padrones y capacitó junto al Ministerio Público durante siete intensos meses a todos sus operadores.

Y así llegó el gran día del primer juicio. El jurado popular, por unanimidad, consideró a Javier Edgardo Salcedo (37) culpable de haber asesinado a su pareja Débora Barros (30).
 

EL VEREDICTO


LA ACUSACIÓN

Javier Edgardo Salcedo (33) fue condenado ayer a la pena máxima, prisión perpetua, tras ser encontrado culpable del delito de “homicidio agravado por mediar relación de pareja” por quitarle la vida a Débora Barros (30). Este fue el primer juicio por jurados de la provincia, que arribó a ese veredicto tras dos maratónicas sesiones que se llevaron a cabo entre el jueves y ayer, en la acondicionada sala del TOF (Tribunal Oral Federal).

“Quiero pedir disculpas y decir que estoy arrepentido por lo sucedido”, dijo el asesino confeso en un mensaje dirigido a los jurados y a la familiares de la joven víctima en sus últimas palabras, una vez que en horas de la tarde, terminaron de desfilar los testigos.



El fiscal Alejandro Dalla Lasta sostuvo en sus alegatos de cierre que “si hubiera sido sexo solamente (como planteaba la defensa), nunca la hubiera celado de esa forma. Salcedo no mató a cualquier persona, mató a su pareja”, enfatizó, a la vez que remarcó que los psicólogos que prestaron declaración como expertos en la causa, hablaron de los ciclos de la violencia de género y "los dos profesionales arrojaron luz a la situación, arribando a la conclusión de que esta era una relación de pareja”, debido a que el sujeto y la joven se mostraban juntos públicamente en el barrio que habitaba el femicida, entre otras acciones relacionadas a la intimidad y el presunto afecto que había entre ambos.

También hizo hincapié en que en el intercambio de mensajes de texto, la joven expresaba sentimientos como “te extraño”, aunque no se pudo obtener más información porque la mujer cambió de celular.

Dalla Lasta también echó por tierra el argumento de la defensa, que aseguró que no se conocían y Débora no sabía su nombre verdadero (lo llamaba Liam, uno de los alias que el sujeto utilizaba). Sobre esto, consideró que “eso no significa que no hayan tenido una relación de pareja”, sino que el hombre ocultaba su identidad, haciéndose llamar por distintos nombres.

“La persona que está en pareja baja la guardia porque confía y nunca se espera que la terminen ahorcando, que le peguen una trompada, que la tiren al piso. Al contrario, esperan compasión y apoyo (…) No se dejen engañar, estoy seguro que ustedes, con su sentido común, van a poder determinar claramente que hubo una relación de pareja”.



“Débora no se merecía morir de esa forma”, subrayó el fiscal, a la vez que recordó que las y los testigos que fueron aportados por la Fiscalía y la querella, dieron cuenta de que la joven era permanentemente celada y controlada por Salcedo, quien cada vez la aislaba más de su entorno cercano, en un típico comportamiento misógino y de violencia de género.

La querella, en la voz del abogado Sebastián Ibáñez, adhirió a lo solicitado por el fiscal, y recordó al jurado los testimonios que se presentaron durante el debate, lo que sumado a las pruebas, consideró, dan como conclusión que Débora fue despiadadamente asesinada, y que Salcedo "posee una naturaleza misógina" (que puso de manifiesto en relaciones anteriores, como se vio en el juicio) y que era indiscutible la relación amorosa entre ambos.

El querellante también expresó que “ella callaba todo esto (los hechos de violencia como cosificación y el control que ejercía sobre ella), porque temía que si lo contaba, su familia y amigos intervendrían”. Otro punto que destacó Ibáñez fue la declaración de la ex pareja del ahora condnado: “no la mató porque se fue, se volvió a Belén. Salcedo era y es un sujeto violento (…) y es un sujeto de extrema peligrosidad social”, a lo que añadió que, precisamente, estuvo preso hace algunos años por portación ilegítima de armas, lo que “no habla precisamente de una persona pacífica”.

LA DEFENSA




Al momento de presentar la defensa del ahora condenado, el abogado Fernando Contreras sostuvo lo que manifestó en sus alegatos de apertura, que “no existen pruebas de que hayan mantenido una relación de pareja”, y calificando a lo que sucedió entre el hombre y la mujer como un “touch and go”, para justificar que el sujeto merecía la pena de “homicidio simple” y no el de “homicidio agravado por relación de pareja”, cuya única posible condena es la cadena perpetua.

Contreras habló de la presencia de otra mujer en la vida de Salcedo y de la buena relación que este tiene con su madre y hermana, a la vez que les subrayó a las doce personas que integraban el jurado que “tienen que estar seguros más allá de toda duda” de la sentencia y las circunstancias que rodearon a la situación que conocieron mediante el debate.


ALEGATOS DE CLAUSURA


El juez Fernando D. Esteban

LOS HECHOS

Es importante mencionar que Débora fue asesinada el 11 de abril de 2021 en una casa alquilada por Salcedo, ubicada en la zona Sur de la ciudad. Las pericias determinaron que el sujeto, que anteriormente había sido denunciado por violencia de género, además de por la portación ilegítima de armas de guerra, también había sido violento con sus parejas anteriores, una de las cuales, declaró en el juicio sobre los padecimientos que sufrió y como debió huir para salvar su vida.

Según contó, “Liam” había comprado el arma luego de una pelea con ella y el objetivo era matarla. Cuando este fue juzgado, se dejó de lado el delito menor (la denuncia por violencia de género) y solo se lo condenó a dos años y medio de prisión por el otro delito; por lo que quedó libre hasta el fatídico día en que le quitó la vida a otra mujer, Débora. 

Débora Barros fue encontrada muerta, envuelta en una frazada y con signos de violencia en la casa de Salcedo. La hermana del acusado, fue quien, preocupada porque no había podido comunicarse con él, fue a su casa, y lo encontró semidesnudo, tirado en el piso. Al ingresar a la vivienda para buscar una frazada, halló el cuerpo sin vida de la joven.

Para los fiscales Alejandro Dalla y Antonella Kraneviter, el acusado "asesinó de manera intencional y cruel a Débora.  Se valió de su estado y escasa resistencia física y la ahorcó con sus manos, antes le dio un golpe en su rostro tirándola al piso y provocándole un trauma facial. Sabía lo que hacía. Débora iba a la casa de Salcedo porque confiaba en él. 


EL JUICIO


El juicio se llevó a cabo en las instalaciones del Tribunal Oral en lo Criminal Federal, que fue acondicionado especialmente para el debut de los juicios por jurados en la provincia de Catamarca. Durante la primer jornada se realizó la audiencia de voir dire y la selección final de los jurados, con paridad de género, para luego dar pie a las instrucciones iniciales y los alegatos de las partes. 

El juez Fernando Damián Esteban, muy profesional en su conducción de este histórico debate, instruyó al jurado con las tres opciones de veredicto: homicidio agravado por el vínculo, homicidio simple y no culpable.

Luego de deliberar por más de dos horas, cerca de las 22 horas, el jurado emitió su veredicto: Javier Salcedo fue declarado culpable por homicidio calificado por mediar una relación de pareja.

LAS INSTRUCCIONES DEL JUEZ



"Los juicios populares mejoran la participación directa del ciudadano en la justicia penal"

Al momento de sortear el juez técnico de la causa, el abogado querellante Sebastián Ibáñez dijo en nombre de la familia de la víctima: "“Creo que los juicios realizados de esta manera, mejoran la participación directa del ciudadano en la justicia penal y de esta manera, el ciudadano, ya no puede reclamar a los jueces las sentencias porque es la ciudanía la que lleva a cabo esa labor. Eso viene a elevar la vara para la ciudadanía, pasa del reclamo pasivo a activo de juzgador”


Ver noticias aquí:

- Página 12 (15/10/22): "En el primer juicio por jurados de Catamarca Condenaron a prisión perpetua a “Liam” Salcedo" (ver) 

- Página 12 (13/10/22): "El femicida de Débora Barros niega haber tenido una relación de pareja"  Ver

- INFOBAE (15/10/22): "En el primer juicio por jurados de Catamarca, condenaron a prisión perpetua a un hombre que mató a su pareja" (ver)

- Clarín (15/10/22): "Primer juicio con jurados en Catamarca: condenaron a prisión perpetua a un hombre que mató a su pareja" (ver)

- La Nación (15/10/22): "En el primer juicio con jurados en Catamarca, condenaron a prisión perpetua a un hombre por el asesinato de su pareja" (ver)

- El Ancasti (16/10/22): "Javier Salcedo fue sentenciado a perpetua" Ver

- La Unión (14/10/2022): "Comenzó la segunda jornada: declararan cinco testigos y hoy podría haber sentencia" Ver

- El Ancasti "Para la fiscalía, Javier Salcedo mató cruelmente a Débora Barros" 13/10/2022 ver

- El Esquiú "En detalle: Así fue la primera jornada del juicio por jurados por el homicidio de Débora Barros" 13/10/2022 Ver

- Página 12 "El femicida de Débora Barros será el primero que juzguen jurados populares" Ver




miércoles, 15 de junio de 2022

ENTRE RÍOS: El jurado de Colón determinó que Martirena es culpable de asesinar a su ex pareja Gisela Grispi

El espejo del baño de Gisela y 
sus mensajes con rouge

Gisela Grispi, 39 años


La medicina y la ciencia no pudieron concluir con certeza que la muerte de Gisela Grispi fue violenta. Su cadáver fue encontrado en su casa varios días después de su muerte en noviembre de 2020, en avanzado estado de descomposición.

Pero un jurado popular de Colón, Entre Ríos, decidió por unanimidad que Gisela no se murió de muerte natural, ni por suicidio, ni por accidente, sino que fue asesinada por su ex pareja Rubén Martirena.



Fue un juicio muy difícil de resolver. Sin embargo, la habilidad argumentativa y probatoria del fiscal Alejandro Perroud lograron armar el rompecabezas del cuadro y conducir al jurado a esa conclusión más allá de toda duda razonable. El juez Rubén Chaia le impondrá prisión perpetua.

Es que hubo testigos, circunstancias, mensajes, empleos del teléfono de Gisela luego de asesinada y las propias acciones desplegadas por su ex pareja, Heraldo Martirena, que condujeron la investigación de los fiscales Alejandro Perroud y Micaela di Pretoro a apuntalar las sospechas de que se trató de un asesinato, con el hombre como principal sospechoso.


Repercusiones

LOS HECHOS

Todo empezó cuando un vecino de Gisela, que era una mujer vital, hippie, artesana, instructora de yoga y de reiki, madre de un joven de 17 y una niña de 8, amante del arte y la música, entró a su casa de calle Rufino Mir 80 y la encontró muerta en el baño de la planta alta de su departamento. Llevaba así varios días. 

Fue su mamá la que le pidió al vecino que entrara. Su madre vive en Buenos Aires, trataba de comunicarse con ella y no lo lograba. Entonces, le pidió a un vecino que fuera a ver qué ocurría, y ese hombre se encontró con la escena. La falta de certezas sobre la causa del fallecimiento presumía una “muerte natural”.

Pero algo no cerraba del todo. La extensión de cabello que solía usar estaba arrancada, junto a su pie. Y su celular siguió activo luego de muerta. ¿Cómo podía ser? Varios testimonios y el análisis de las llamadas y mensajes recibidos por allegados a la mujer de 39 años despertaron las sospechas sobre su ex pareja Martirena.

La autopsia y los estudios de anatomía patológica no permitieron determinar la causa de la muerte, por el estado en que estaba el cuerpo. Apenas tenía un pequeño infiltrado hemático en el cráneo, que pudo ser producto de un golpe.

Dos meses antes, había denunciado a su pareja Rubén Heraldo Martirena, de 39, (changarín rural)  por violencia de género. El juzgado de Familia le había puesto una perimetral.

Sin embargo, la tarde del viernes 20 de noviembre llegó a la casa de Gisela. Esa noche una vecina escuchó gritos, eran frecuentes. Las huellas de Martierna quedaron en una botella de cerveza y en la puerta de la entrada, e intentó hacer creer que la víctima se había suicidado, dejando una nota en la que pedía que cuiden a sus hijos. 

Se comprobó en el juicio que no fue escrita por Gisela, y el imputado se negó a hacer cuerpo de escritura. El hombre se fue en un remis al día siguiente, sábado, a las 15 hs. Se llevó el celular de la víctima, y en los días siguientes lo manipuló haciéndose pasar por ella, con el propósito de demorar el hallazgo del cuerpo. 

Aunque los errores de redacción y ortografía eran tan notorios que pronto los allegados de “Ginna” comenzaron a sospechar, hasta que su madre, que vive en Buenos Aires, dio aviso a la policía y así descubrieron que estaba muerta.

Martirena se contactó con varias amigas de Gisella durante ese fin de semana, con propuestas sexuales. Hasta el mismo día en que se halló el cuerpo. Cuando supo que finalmente se había descubierto el cuerpo y escuchó la noticia en la radio, se fue de la casa de sus padres, en el campo, y estuvo desaparecido toda la noche. “Si vienen los milicos no les digan que estuve acá”, le pidió a la madre. “Estoy hasta las manos”, le dijo a un primo, a quien antes le había pedido “no vayas a contar nada de lo que te confesé”.

Fue detenido a primera hora de la mañana y su hermana entregó a la policía el celular de él y el de Gisela. Llegó al juicio preso, desde ese día.

En el juicio se demostró que Gisela sufría violencia de género por parte de Martirena, que más de una vez la había golpeado.

Y los médicos, no descartaron, a pesar de la autopsia, que hubiera sido víctima de una muerte violenta.

Gisela había concurrido semanas antes al Hospital porque sentía un dolor en el pecho. La médica que la atendió le hizo un electro, que estaba normal, y dijo que lo que tenía era “condritis”, un dolor en el esternón producto de la angustia que sentía porque extrañaba a su hija, pero descartó que tuviera alguna otra patología.

Se probó que el imputado estuvo 22 horas en la casa, la mayor parte del tiempo con ella ya fallecida. Se mostraron las imágenes del vehículo que lo llevó y del remís que lo buscó al día siguiente, lo que además fue corroborado por los propios testigos.



El problema para la duda razonable de la culpabilidad que gobierna la presunción de inocencia en un Estado de Derecho era que, por el estado de descomposición en que se encontraba el cuerpo de la víctima, los médicos no pudieron encontrar indicios claros sobre la causa de la muerte o lesiones como consecuencia de un ataque.

Uno de los datos que perfiló la investigación hacia un asesinato fue que la madre de Gisela había recibido mensajes de WhatsApp desde el celular de su hija, en momentos en que la mujer ya estaba fallecida según la data de la muerte, pero además había notado extrañamente que no estaban redactados con la forma de escribir de ella. 

El fiscal Perroud logró probar la macabra maniobra de Martirena. Después de asesinarla, le usó el celular con mensajes para desviar la investigación. Para el jurado esto fue determinante.

Además, hubo testigos que ubicaron a Martiarena en la vivienda. El viernes (tres días antes) una vecina lo vio en la casa de Gisela regando las plantas, pese a que tenía una prohibición judicial de acercamiento. Por la noche, hubo personas que escucharon gritos de una fuerte discusión y otros ruidos llamativos.

ALEGATOS DE APERTURA

"Estamos ante un caso que bien podría llamarse “Crónica de una muerte anunciada”. En tiempos de Ni una Menos, Gisela fue Una Más".

El fiscal Perroud alegó que se estaba ante la historia de un violento que terminó con un ciclo de violencia cuando asesinó a su ex pareja Gisela Grispi en el baño de la casa de Rufino 1080 de Colón. Fue un proceso que empezó con discusiones, gritos, luego con insultos y agresiones que llevaron al femicidio. Mientras fueron pareja hubo hechos violentos que llevaron a que Gisela lo denunciara. La justicia ordenó una perimetral: se le prohibió acercarse a Gisela. Poco le importó. Fue y estuvo hasta el otro día; permaneció en la vivienda con la mujer muerta en el baño casi 22 horas, lo que consta en imágenes de cámaras y por testigos.


Abogado defensor José Ostolaza

“Sabemos de qué murió y no fue por violencia. No existieron elementos que demuestren que hubo violencia física, ni tampoco evidencias de lucha o violencia en el interior de la casa. Acá no hay un homicidio y de ninguna manera estará probado”, dijo el defensor Ostolaza.

"A Martirena no le encontraron nada que lo relacionara con este suceso lamentable. Le pido al jurado estar atento al desarrollo del debate y que absuelvan al acusado por el principio de la duda."

EL GRAN ALEGATO DE CLAUSURA DEL FISCAL PERROUD

Otra actuación estelar del fiscal Perroud
en un caso muy complejo

 
"A continuación les va a hablar la defensa y, con toda seguridad, les va a insistir con el tema de la duda razonable. Que hay dudas sobre la causa de la muerte, que a Martirena lo ampara el beneficio de la duda, etc.

Pero escuchen atentamente a las instrucciones finales del juez. Él les va a explicar a ustedes muy bien cómo tienen que interpretar lo que es la duda.

Ustedes están aquí no porque sepan de derecho ni de leyes. Lo que se espera de ustedes es que apliquen su experiencia y sentido común para apreciar las pruebas, el valor d ela ley y para que tomen decisiones.

Si se fijaron bien, al principio de mi alegato yo tenía un lápiz en la mano. Es éste: (quebrado en dos). Era un lápiz que estaba sano, lo tuve en mi mano mientras hablaba con ustedes. ¿Se dieron cuenta?. Sí, por supuesto. Pero luego me lo puse en el bolsillo, y allí estuvo todo el tiempo hablándoles a ustedes. 

¿TIENEN ALGUNA DUDA DE QUIEN ROMPIÓ ESE LÁPIZ? 

Este caso es igual. A todos nos gustaría tener cámaras, filmadoras o testigos directos que nos cuenten qué pasó adentro de esa casa. Pero no hay. Sin embargo, las pruebas de indicios que sí existen los guiarán a esta conclusión cuando los unan.



"Por último les voy a contar algo. Yo nunca tuve trato con Gisela pero durante algún tiempo fuimos vecinos. La veía pasar siempre con sus vestidos de colores y sus faldas estampadas, de la mano de su pequeña hija.

Cuando Martirena mató a su mamá, esa nenita de 8 años, prometió que cuando fuera grande iba a ser detective. Quien sabe qué va a ser cuando sea grande; por ahora le va bien en la escuela y toca el trombón en una banda de su barrio.

Pero Gisela le dejó a ella y a su hermano una herencia muy grande. Porque Gisela escribió un testamento. Ustedes lo vieron acá, en el juicio. Capaz que no lo notaron, porque no es un testamento ante escribano público, un testamento como los habituales. Estaba escrito con lápiz labial, en el espejo del mismo baño donde fue asesinada.

Es este:

Yo soy – Yo quiero – Yo puedo

Les pido que cuando pasen al plural recuerden esa frase en plural.



USTEDES SON: Hoy los representantes del Pueblo

USTEDES QUIEREN: Una sociedad libre de violencias hacia las mujeres y hacia todas las personas en general. Porque Gisela era mujer, hermana, madre, hija, pero antes que todo eso era una PERSONA.

USTEDES PUEDEN: Hacer algo al respecto, hoy, ahora con su veredicto. 

Yo les pido que declaren CULPABLE a Ruben Heraldo Martirena por el delito de Homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género."


Juez Rubén Chaia

El juez Rubén Chaia dirigió el juicio con mano firme. Sus instrucciones al jurado fueron para destacar. Tras casi dos horas de deliberación, el jurado declaró culpable a Martirena por todos homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.

Una nota para mejorar: las transmisiones de las partes claves del juicio por YouTube deberían retomarse, como sucede en todo el país. Le han dado un gran prestigio y transparencia al sistema de jurados y permiten que investigadores de todo el mundo puedan seguir su desarrollo.  

Leer noticias aquí:

- NM (14/6/22): "Comenzó en Colón el juicio por la causa que investiga la muerte de Gisela Grispi" (ver)

domingo, 8 de mayo de 2022

LOMAS DE ZAMORA: Condena para la Gilda (50) por el homicidio del Richard (28), su ex pareja. Para el jurado hubo atenuantes

Gilda (50) y su ex pareja el Richard (28)

Un jurado popular declaró este sábado por la noche culpable a Gilda Acosta Duarte (50) de homicidio agravado por el vínculo con circunstancias extraordinarias de atenuación. Zafó así de la prisión perpetua y enfrentará una pena de 10 a 25 años de prisión. El jurado le tiró una soga.

Estaba acusada de matar a su ex pareja, el  Richard Alejandro Sánchez Escobar, de 28 años mientras dormía, en febrero de 2019, en Lomas de Zamora. Todos eran de nacionalidad paraguaya: la acusada, el finado y los testigos. 

La Gilda lo mató al Richard con un disco para hacer pesas de 10 kgs. Le surtió el disco en la cabeza seis veces mientras dormía, lo ahorcó con un cable de ventilador y luego lo enterró bajo una capa de cemento.

EL HECHO

"Maté a mi pareja y lo puse en un ropero con cemento"

El crimen de Richard Alejandro Sánchez Escobar (27) fue descubierto el 20 de febrero de 2019 en la casa de la calle Corbacho al 1500 de Villa Centenario, en Lomas de Zamora, luego de que la mujer se presentara en la comisaría de la zona y confesara que asesinó a su pareja cuando se enteró que “había abusado de su hijo Lucas de 13 años”.

De inmediato, la Policía Científica se dirigió al domicilio y encontró en el lugar señalado el cadáver del hombre oculto bajo una capa de cemento en un ropero que estaba volcado en el piso de un dormitorio y tapado con una tela. El olor era espantoso, porque el cadáver de Sánchez Escobar estaba en un avanzado estado de descomposición.


TEORÍAS DEL CASO ENFRENTADAS

Para la fiscalía, la mujer mató a su ex por la diferencia de edad y su extrema posesividad. Ella tenía ya 50 años y él 28. Él tenía pasajes para dejarla e irse al Paraguay. "O sos mío o de nadie....". Parecía una remake del celebrado culebrón "Piel Naranja" (1975), con Arnaldo André y Marilina Ross, que batió récords de rating en América Latina. 

La defensa oficial contó otra historia. Él era un violento de género y, además, parece que toqueteó y abusó sexualmente de uno de sus seis hijos de otro matrimonio (El Lucas de 13 años). Pidió la absolución por legítima defensa en contexto de violencia de género.

El jurado se situó en un punto intermedio y consideró que la mujer era culpable de homicidio, pero que debían considerarse atenuantes.

Piel Naranja, con el inolvidable
Arnaldo André y Marilina Ross

LA CONFESIÓN DE LA ACUSADA

Gilda Acosta Duarte relató su versión de los hechos ante el jurado popular y describió los “maltratos” que recibía por parte de su pareja. La mujer interrumpió su declaración en dos oportunidades para ir al baño y para que se le controlara la presión.

“Me trataba de vieja, gorda, y decía que era una inútil. Una vez me dejó marcas y me tuve que maquillar para poder ir a trabajar”, afirmó, y al referirse al momento del hecho expresó que tenía “miedo”.

"Yo le encaré y le dije ¿por qué me lo toqueteaste (inverecundamente) al Lucas?. Él se rió y me amenazó con matarme a mi y a los chicos. Ahí nomás me pide sexo y yo no aguanté más y le reventé la cabeza con la pesa de 10 kgs."

“Temí por mi vida y la de mis hijos. Era él o yo. Yo no soy así, no era esa persona. Actué mal como ciudadana, pero venía aguantando mucho con esta persona. Lo que él le hizo a mi familia no se lo deseo a nadie”, sostuvo.


EL CONTRAEXAMEN DE LA FISCAL 

MARCELA DIMUNDO

Fiscal Marcela Dimundo

La fiscalía logró demostrar que esto no fue para nada así. El Richard estaba dormido y no existió tal discusión. Aprovechando que se encontraba durmiendo, le reventó la cabeza con la pesa causándole traumatismo de cráneo, y luego lo estranguló con el cable del ventilador.

¿El motivo? No fueron ni la violencia de género, ni los alegados abusos al adolescente. Fueron los celos posesivos de la Gilda y sus fabulaciones para retenerlo a cualquier costo. La hábil fiscal Dimundo consiguió dos testigos claves que declararon vía remota desde el Paraguay. Ellas eran dos mujeres. Una era la ex del Richard (con quien tenía una hija) y la prima del finado. 

Las dos testigos paraguayas fueron contundentes: el Richard ya tenía boleto de vuelta esa misma semana a Asunción para terminar la relación con la Gilda. Que no la aguantaba más y que la Gilda era una manipuladora posesiva. Las dos mujeres fueron hasta si se quiere brutales en su forma de expresarse hacia la Gilda. 

"En 2018 el Richard ya estaba con nosotras de vuelta acá en Asunción y se tuvo que volver porque la Gilda lo engañó dicendo que estaba embarazada". 

"Pero si esta Gilda que es una vaca, está preñada y nunca lo tiene al gurí" 

"Gilda nos mandaba WhatsApp que decían que ella ya había sufrido violencia de género con su otro marido y que no se iba a bancar nada más. Y que si el Richard le era infiel le iba a cortar las bolas".

"Yo al Richard lo dejé porque me fue infiel mil veces. Yo sabía que antes que esta Gilda lo matara se quería ir con una formoseña".

Quedó así probado que Gilda inventaba historias para retenerlo a cualquier costo.


HISTORIA DE DISFUNCIONALIDAD

Pero además declararon la tía y la sobrina del Richard y sacaron a la luz una historia terrible de disfuncionalidad familiar. Parece ser que, cuando todos estaban en el Paraguay hace ya 13 años, la Gilda se lo avanzó al Richard, que en ese entonces tenía 15 años y tuvo sexo y noviazgo con él. 

Es decir, por su edad el Richard era amigo de los hijos más grandes de Gilda. Se ve que Gilda, en ese entonces con 37 años, le echó el ojo y ahí nació esta relación

En criollo: Richard era un adolescente vulnerado por Gilda. Gilda era la madre de sus amigos de la adolescencia y se metió de novio con él.  Inclusive declararon que Gilda y el Richard, ya en Argentina, dormían juntos en la cama matrimonial con el Lucas y los otros hijos de Gilda (tuvo seis). Para el jurado esto fue clave como atenuante.

Además, la fiscalía probó que la víctima no presentaba lesiones de defensa, desacreditando así los dichos de la imputada que horas antes aseguraba que se había desatado una lucha entre ambos y que ella presentaba lesiones. En ese sentido, manifestó que el relato de la mujer no es compatible con la posición de la víctima. “Las evidencias que se encontraron en la habitación y las pericias dan cuenta de que estaba dormido, por eso existió el agravante de alevosía”, dijo la fiscal. Sin embargo, la defensa oficial logró descartar estas agravantes.

También señaló que las “lesiones leves” en las manos de la mujer podrían haberse producido tras el hecho, al realizar “varias maniobras para ocultar el cadáver”. 

Inclusive la kiosquera de enfrente fue terminante: Gilda le compró cloro en cantidad con la cual quemó todos los documentos del Richard horas después del crimen. La kiosquera y varios vecinos vieron como los hijos de Gilda descargaban arena y cemento con el cual "amuraron" al finado Richard.

A repreguntas de la fiscal a Gilda sobre esto, la acusada dijo "No recuerdo nada".


🎶🎶🎶🎵"¿Dónde estás ahora, cuñataí'?"🎶🎶🎶🎵


“No hay evidencias de violencia de género”

Para la brillante fiscal Marcela Dimundo, los testimonios aportados por la defensa, entre ellos, los de la acusada en entrevistas con psicólogos y peritos, así como los de familiares y amigos, “no acredita” que en esta pareja haya existido violencia de género.

En ese sentido, argumentó que “ Gilda fue víctima de violencia de género, pero no del Richard, sino de su vida previa. La historia de vida de Gilda es que es madre de seis hijos, que fue abandonada por el padre de sus hijos y que durante su infancia sufrió abusos, pero no es una evidencia para decir que es un “violento” y “cargar toda la culpa en su última pareja”. Este fue otro dato clave para el jurado para atenuar el crimen.

“Hay certezas de que Gilda tenía una participación activa en la pareja, por eso su relato de vida no sirve para explicar la muerte”, argumentó la fiscal Dimundo.

Al referirse al alegado abuso sufrido por los hijos de la mujer, señaló que si estuviera vivo el Richard y fuera cierto  “merecía que le cayera todo el peso de la ley”. Sin embargo, Gilda “al hacer justicia por mano propia, puso a sus hijos en la obligación de lidiar con el crimen porque los hizo participar”, indicó.

En el inicio de la investigación, dos de los hijos de Gilda fueron detenidos por el delito de  encubrimiento, pero luego fueron sobreseídos por excusa absolutoria.


La sala de juicio


La defensa

Para la defensora oficial Paula Rodríguez Herlein, también de gran actuación, la imputada actuó bajo la “legítima defensa en el contexto de violencia de género” al enterarse del abuso de sus hijos y pidió la circunstancia extraordinaria de atenuación “debido al estado de alteración mental emocional” en el que se encontraba en el momento del hecho. Además, señaló que “el peligro ya existía porque Richard amenazaba con matarla a ella y a sus hijos si lo denunciaba”.

La hipótesis de la defensa, ue el jurado descartó, es que la víctima “no estaba dormida”. Además, afirmó sin suerte que hubo un “enfrentamiento” y que Acosta se defendió. Por ello, solicitó al jurado que se “ponga” en el lugar de Gilda y que pronuncie el veredicto de no culpabilidad.

Pero el jurado, tras las instrucciones de la jueza Marianela Mazolla, por veredicto de 10-2 la encontró culpable del delito de “homicidio agravado por haber sido la víctima su pareja conviviente, con circunstancias extraordinarias de atenuación”.

Leer noticias aquí:

- Diario Conurbano (8/5/22): "Lomas: Declararon culpable a una mujer, víctima de violencia de género, que mató a su pareja a mazazos" (ver)

- Télam (8/5/22): "Declaran culpable, pero con atenuantes, a una mujer acusada de matar a su pareja" (ver)