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AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales
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viernes, 4 de noviembre de 2022

AVELLANEDA-LANÚS: No culpable para un hombre inocente de un homicidio. Quedó libre gracias a la defensa pública

Facundo Urquiza, ya libre y de blanco, posa
junto al equipo de la defensa oficial


Por decisión unánime de un jurado popular de Avellaneda-Lanús, un joven llamado Facundo Urquiza fue declarado no culpable por el delito de homicidio simple. Estaba preso hacía un año y recuperó en el acto su libertad. Fue excepcional el trabajo en equipo de litigación y preparación del caso de la defensa pública.

Además, hubo una decisiva intervención del juez Raúl Sequeiros en las instrucciones y opciones de veredicto.

A Urquiza se lo acusaba del delito de homicidio simple, por un hecho cometido el día 17 de febrero del año 2021 en la localidad de Lanús.


Juez Raúl Sequeiros


LOS HECHOS

El 17 de febrero de 2021, alrededor de las 19 horas, en las zona de la Plaza General Madariaga de la localidad de Lanús, Urquiza estaba  con su hijo de un año y medio. Allí fue abordado por otro hombre armado de nombre Carlos Miranda. El caco lo amenazó con un cuchillo y le robó el celular. Literalmente se les tiró encima a él y al niño. 

Facundo Urquiza reaccionó y, con el afán de repeler tal accionar y proteger a su hijo, comenzó a correrlo. Se trenzaron en una descomunal pelea y revoleo de piedras que terminó a unas cuadras. 

Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina. Y terminó todo muy mal, de manera trágica. La cosa es que a unas cuadras de la plaza mencionada, en la puerta de Villa Sapito, la piedra que arroja Urquiza impacta sobre la cabeza del ladrón, el cual cae tendido al suelo. Final trágico.


¿Qué más? Los más grandes

A partir de allí se desencadena el nexo causal en una serie alocada de sucesos. La víctima Miranda fue hospitalizada y lograron estabilizarla, pero muere de COVID en el Fiorito once días después. Más precisamente el 28 de febrero del 2021. Había entrado ya con COVID.

El fiscal no dudó y lo acusó de homicidio, ya que Facundo Urquiza, además del piedrazo, le dio una tremenda tunda ya en el piso. Golpes, piñas y patadas en el cuerpo y la cabeza. Todo filmado.

La defensa oficial, en cambio, logró demostrar que ni la reyerta ni el piedrazo le causaron la muerte, sino el COVID y un antecedente neurológico preexistente en la víctima. Por supuesto, amén de que Facundo García se defendió de un robo a mano armada y a cara descubierta.


Todo el juicio estuvo marcado por esta incógnita: ¿cuál fue la verdadera causa de muerte; la piedra o el coronavirus?

Había que atribuir el resultado muerte a una causa específica


No llame

Llame ya a 007


La acusación estuvo a cargo del fiscal Héctor Toneguzzo. Por la defensa pública estuvo el dream team conformado por los defensores oficiales Carlos Catalano, Enrique Bonomi y Ana C. D´Ambrosio; los secretarios Verónica Estasune, Tomás Camilletti y Facundo Vergniaud.

La teoría del caso de la defensa era simple. Por un lado, la ausencia de intención de dar muerte por parte de Urquiza. Por otro, la imposibilidad de atribuir el fallecimiento a los golpes que le surtió Urquiza. En un comienzo, ante lo confuso de los hechos, la defensa se ubicó en negar tajantemente el homicidio simple e inclinarse más bien al preterintencional.


Los tres defensores oficiales

Tras los alegatos de apertura comenzó la producción de prueba. Hubo de todo: testigos, contras, material audiovisual, apoyo gráfico, etc. Fueron determinantes dos momentos:

En primer lugar la declaración testimonial prestada por un perito experto en neurología, el cual fue convocado al evento por la defensa. El perito dictaminó con certeza que las lesiones ocasionadas por el piedrazo arrojado a la víctima, así como también las patadas propinadas, nunca pudieron ser la causa determinante del fallecimiento de la víctima. ¿Por qué? 

Porque al ingresar a la guardia hospitalaria, el traumatismo encéfalo craneano resultaba ser de leve entidad. Lo atendieron enseguida de manera adecuada y se recuperó bien. El problema fue el virus originado en Wuhan (China) que arrasó al planeta.


Un dentista por ahí...


Las complicaciones surgieron durante la estadía en el nosocomio. Había dos hipótesis plausibles: podrían ser la muerte por COVID positivo -con el cual la víctima había ingresado-, sino también a causa de una infección hospitalaria. Nada tenían que ver los golpes.

También fue clave la declaración del acusado.

La versión que brindó Urquiza fue contundente. Admitió los hechos, la pelea y no negó absolutamente nada. Se le exhibió el video. Lo vio. Lo explicó. Y convenció al jurado de su ausencia de intención de dar muerte al hombre que minutos antes lo había querido robar. Urquiza solo repetía una cuestión: sintió miedo por su hijo, nada más. Otro dato fundamental: su hijo de un año y medio estaba con un yeso en la pierna izquierda y él estaba jugando con el niño para animarlo.

A eso de las 23 hs terminaron los alegatos. Allí hizo su entrada de manera decisiva el juez. El juez Raúl Sequeiros instruyó al jurado con cuatro opciones: homicidio simple, homicidio preterintencional, exceso en la legítima defensa y le explicó al jurado dos avenidas claves para el no culpable (la legítima defensa y la ausencia de nexo causal). 

Finalmente, el pueblo por unanimidad se inclinó por la no culpabilidad.


El juez y su equipo: Yago Yacoub, 
Carla Lobelos y Noelia De Líbano

Como datos adicionales de interés, cabe destacar la labor de organización que llevó adelante el equipo del tribunal. Eso permitió, por ejemplo, detalles cruciales, como que nadie del jurado viera al acusado esposado, o que los oficiales del servicio se quedasen al  lado de él. Ante el veredicto absolutorio, se fue libre del juicio y no volvió a la cárcel. Por otra parte, hubo muchísimo público  y estudiantes de derecho siguiendo las alternativas del debate.

viernes, 12 de agosto de 2022

AVELLANEDA-LANÚS: CULPABLE de homicidio simple con dolo eventual por arrollar con una moto a una policía

Ayer terminó el primer juicio por jurados en el recientemente creado Departamento Judicial Avellaneda-Lanús que se le siguió a Cristian Adrián Maldonado (31) por el homicidio de Julia Ailín Valles, una policía que encontró la muerte atropellada por una motocicleta en un control vehicular.

El jurado lo declaró culpable de homicidio simple con dolo eventual por mayoría de 10 votos. Es decir, sin intención directa de matar, pero actuando con gran temeridad. Le espera una pena entre 8 a 25 años de cárcel.


La víctima, Julia Valles


La fiscal Natalia Miliones tuvo a su cargo la acusación. Los hechos datan del 5 de septiembre de 2020 en plena cuarentena dura. A las 6 de la mañana Adrián Maldonado y Matías Rosales a bordo de una moto atropellaron a la policía Valles al intentar evadir un control policial en Villa Caraza, Lanús. Fue en el cruce de Catamarca y General Hornos, justo en el límite con Lomas de Zamora. Esa secuencia quedó capturada en las cámaras de seguridad del municipio y tuvieron gran repercusión en los medios.

La policía estaba haciendo tareas de control vehicular en un retén y le ordenan a la moto que frenase. Como Maldonado tenía antecedentes, decidió eludir el control y fugarse en la moto.



Sin duda alguna, fue clave el video. Allí se observa que, mientras la policía se adelanta a su compañero para hacerle la seña de detención al motociclista, el joven intenta esquivarla por el costado izquierdo sin desacelerar. Sin embargo, se la lleva por delante y hace que saliera despedida hacia la esquina. Este fue el punto de controversia en el juicio. ¿Tuvo intención de matar a la policía o sólo de fugarse?

De inmediato, el policía que estaba junto a Valles se dirige a neutralizar al motociclista para evitar y su fuga y otro de los efectivos corre en asistencia de la víctima, la cual queda tendida boca abajo prácticamente sin movimiento. Los ocupantes de la moto solo sufrieron lesiones leves. Por el contrario, Julia Valles falleció a los pocos minutos como consecuencia del impacto, pese a las tareas de reanimaciones del personal médico que habían sido alertado por sus compañeros.

Por el particular damnificado actuó el abogado Diego Raidan, quien asistió a Abigail Valles, la hermana de la víctima. Esta declaró al principio del juicio diciendo que: “Esperamos mucho tiempo este momento. Que se haga justicia, que el jurado vea que Maldonado lo hizo a propósito y que ese 5 de septiembre de 2020 dejó una familia destruida y una nena sin su mamá. Por eso luchamos por la perpetua. Él tenía antecedentes y salió de la cárcel para seguir haciendo lo mismo”. La víctima pedía que se aplicara el agravante de matar a una policía por su condición de policía. Eso equivalía a prisión perpetua. En la sala del debate también se encontraba el padre del acusado Maldonado, quien se descompensó y debió ser asistido.


La familia de la víctima, pidiendo justicia


La defensa oficial edificó su teoría del caso en la afirmación de que Maldonado no iba manejando la motocicleta Gilera Smash que atropelló a la oficial Valles. Evidentemente quiso cargar así la responsabilidad en Matías Rosales (23), quien también iba a bordo de la motocicleta. 

Sin embargo, mientras Maldonado quedó detenido desde un primer momento, Rosales quedó en libertad, ya que se comprobó que no tuvo que ver con la maniobra que mató a Valle. Por otra parte, la defensa argumentó que lo que pasó fue un accidente y pidió homicidio culposo por imprudencia. 

La fiscalía y la querella buscaban la condena por homicidio agravado por la condición de policía de la víctima, pero no lograron convencer al jurado. 

Eso sí, tampoco lo convenció la defensa sobre su falta de culpabilidad o, en todo caso, por el delito de homicidio culposo. 

El jurado se situó en el punto intermedio y condenó por homicidio simple con dolo eventual. Era lógico porque la figura agravada exigía un plus objetivo de dolo que no fue probado más allá de toda duda razonable. Para ello Maldonado no solo debería haber querido matar a Valles, sino matarla por su condición de policía. Y eso, según el jurado, no se probó.


El juez Martín Pizzolo


La dirección del debate y las fundamentales instrucciones al jurado estuvieron en las manos del juez Martín Pizzolo del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1. El próximo martes 16 a las 11 horas será el encargado, en la audiencia de cesura, de establecer la pena, que puede oscilar entre los 8 y 25 años de prisión.





Leer noticias aquí:

- 11/08/22 - Diario Conurbano - "Declararon culpable a un hombre por atropellar y matar a mujer policía en Lanús" (ver)

- 11/08/22 - Inforbano - "Comenzó el juicio por el homicidio de Julia Valles la policía atropellada en un control de tránsito en Lanús" (ver

- 11/08/22 - Radio Más - "Comenzó a ser juzgado el motociclista que atropelló y mató a una policía cuando intentó evitar un control vehicular en Lanús" (ver

- 10/08/22 - Infobae - "Comenzó a ser juzgado el motociclista que atropelló y mató a una policía cuando intentó evitar un control vehicular en Lanús" (ver

- 08/08/22 - AN Digital - "Lanús: Comienza juicio a motochorros que en pleno escape arrollaron y mataron a una policía" (ver

- 08/08/22 - Política del Sur - "Llega el primer juicio por jurados en el Departamento Judicial Avellaneda-Lanús" (ver

- 07/04/22 - Diario Conurbano - "Juzgarán a dos hombres que atropellaron y mataron a una mujer policía en Lanús" (ver

- 08/09/20 - Clarín - "Los antecedentes del conductor que atropelló y mató a una policía en un control en Lanús" (ver

- 07/09/20 - Info Región - "EL DRAMÁTICO MENSAJE DE LA MADRE DE JULIA VALLES, LA POLICÍA ATROPELLADA EN LANÚS" (ver

- 05/09/20 - Info Región - "ATROPELLARON Y MATARON A UNA POLICÍA EN UN CONTROL EN LANÚS" (ver)

- 05/09/20 - Info Región - "Un motociclista que intentó evitar un control vehicular en Lanús atropelló y mató a una policía" (ver

- 05/09/20 - Infobae - "DOS DETENIDOS POR EL ASESINATO DE JULIA VALLES" (ver

sábado, 7 de diciembre de 2019

LOMAS DE ZAMORA: 13 años para un hombre que pasó por arriba con su auto y mató a una policía en Lanús

La infortunada víctima,
de sólo 24 años de edad

Si Damián Szifrón hubiera estado ese día en Lanús, no hay dudas que hubiera escrito el guión para Relatos Salvajes Parte 2. Tal fue lo sucedido el 21 de diciembre de 2017 a las 20 hs, cuando Noelia Fernández y Diego Porcella, ambos efectivos de la Policía comunal se acercaron a identificar a los tres ocupantes de un Peugeot 206 azul, en Anatole France y 9 de Julio. El que manejaba era Lucas Conberse, condenado por homicidio doloso por el jurado popular.

Primero el desenlace: tras una violenta discusión, ambos efectivos fueron arrollados por Lucas Conberse. Noelia murió dos días después. Porcella fue arrastrado 50 metros, pero milagrosamente sobrevivió. Otra historia mínima de un día de furia  y de ira desatadas. Todo un espejo de lo que se ha convertido la sociedad de los seres ¿humanos? en el siglo XXI.




Como dice la gran ensayista Jessica Mercado, "aquellos acontecimientos que, como se dice, “le pueden pasar a cualquiera”, desatan la ira, la emoción más primitiva del ser humano y a la vez la más contenida por la sociedad. Los seres humanos somos animales "finamente dopados" con reglas de convivencia, de conducta, talleres de autoayuda, charlas de autocontrol y largas horas de terapia. Todo para no matarnos y respetar el llamado “pacto social”, una burbujita frágil que puede explotar en cualquier momento ante cualquier causa".


LOS HECHOS

Cerremos los ojos e imaginemos la escena. Pleno centro comercial de Lanús un 21 de diciembre. La gente ansiosa por Navidad y Año Nuevo. Gente que ya no da más. Seres detonados por dentro a punto de deflagrar hacia afuera y a llevarse a alguno puesto. "No estoy solo, puedo salir a comprar". En una sola frase, los geniales Divididos resumen este nefasto espíritu de Black Christmas que se ha apoderado de los humanos de estas épocas.


Gato de metal

La Navidad del siglo XXI es hoy sinónimo de Garbarino, Frávega y de shoppings. Son las Nuevas Catedrales, dice Nils Christie. El pesebre pasó a segundo plano, arrollado por el consumo de las multitudes en los Malls. Época de compras para aplacar una ansiedad que corroe por dentro a los seres sintientes. Porque Fin de Año es, además, el momento inevitable de perturbadores cierres de ciclos. Así lo retrató Charly García, otro de nuestros máximos artistas en el tema Gato de Metal (1990): 

Yo soy un gato de metal
Vivo en un agujero
Tengo una ansiedad
Como de año nuevo
Nunca se dónde estoy
Nunca se dónde voy
Tengo miedo de la escena de la calle
Tengo miedo que en la calle no haya nadie
Esa es la rapsodia de los que
Decoran el tiempo
Por eso vivo en los tejados
Viajo en subterráneo
Amo a los extraños
Mi comodidad sólo es mi aventura
Nunca será igual
Nunca nada dura
Vos te querías comprar un perro?
Pero soy un gato
Vos te querías comprar un perro?
Pero soy un gato

Lo cierto es que ese día en Lanús los negocios y la calle estaban repletos de gente y movimiento. Las cámaras de seguridad filmaban todo. Un auto estaba flagrantemente mal estacionado en plena senda peatonal. Dos agentes de la Policía local se acercan para labrar la infracción, pero en el auto no había nadie. Los dueños estaban comprando.





De repente, salen de un local Lucas Conberse, su mujer y un primo. Al ver a los policías al lado del auto, la mecha se encendió. Y ya no se apagó más.

Primero los pormenores:  Conberse tenía una condena previa por robo con armas y privación ilegal de la libertad. Su pena no estaba vencida a los fines de la reincidencia del art. 50 del CP y su auto era legítimo, pero no tenía ningún papel en regla. Según la fiscal Marcela Dimundo, esta flojera de papeles fue determinante para explicar por qué Conberse salió arando del lugar y se llevó puestos a los dos policías. No quería quedar detenido. A continuación, el diálogo que desencadenó la tragedia y que los testigos reprodujeron ante el jurado.

EL DIÁLOGO FATAL

Policías: "Señor, usted dejó el vehículo estacionado en la senda peatonal. Los papeles del auto, por favor".

La mujer y el primo se suben al auto y Conberse queda parado con la puerta del conductor abierta y una mano en el volante. La mujer le alcanza una vulgar fotocopia de algo a la agente policial.

Policías: "Esto es una fotocopia y ni siquiera está  a su nombre, señora. Por favor, necesito la documentación original, título, 08, cédula verde y licencia de conducir".

Conberse: "Vos me estás verdugueando. No me verduguées que se pudre todo, ¿oíste?".

Mujer: "¿Por qué no van a correr a los chorros en vez de jodernos a nosotros?"

Conberse: "No me rompas. Ya te saco el auto y todos contentos. Pero no me jodás, eh? Hay tanto chorro suelto por ahí y vos venís a perder tiempo hablando conmigo, gil de cuarta".

Policía Noelia: "Por favor, respete a mi compañero, quédese tranquilo y colabore..."

Mujer: "Cerrá el orto, conchuda con gorra y andá a laburar, la concha de tu hermana..."

Policía Corbella: "Señora, cálmese y déme los papeles del auto..."

Mujer: "¡Ratis hijos de puta! ¡Váyanse a la mierda, la puta que los parió! ¡Déjense de joder!

Policía Noelia: "Señora, tranquilícese y respete a mi compañero. Nosotros también estamos trabajando".

Conberse y su mujer (indistinto): "Pero ¿qué vas a estar trabajando? ¡Metéte la gorra en la cajeta, forra de cuarta, hija de remil putas! 

Los comerciantes - luego testigos directos ante el jurado- comenzaron a agolparse al escuchar la desmadrada discusión. De repente, Conberse se mete a dentro del auto, traba las puertas, pone marcha atrás con violencia y sale arando. 

Noelia realiza un movimiento instintivo que a la postre resultó fatal. Al ver que Conberse puso marcha atrás para irse, se paró pegada a la trompa del vehículo para evitar que se fuera. Pero Conberse salió a toda velocidad, la arrolló y le aplastó la cabeza. El policía Corbella se agarró de la ventanilla de atrás y fue arrastrado 50 metros por la calle Anatole France. La multitud de testigos no podían creer lo que veían.

Jorge Fiurno, un empleado de un local donde ocurrió el hecho, aseguró ante el jurado que vio “a dos policías discutiendo con una persona que tenía el auto estacionado en la senda peatonal y que cuando el hombre intenta irse la mujer policía se coloca frente al auto para impedir su paso".

Otro testigo dijo que “el tipo hizo marcha atrás para salir, pone primera a fondo y le pasó por arriba a la policía y vi como el auto hizo el movimiento de cuando pasas como por un lomo de burro pero era su cuerpo”. Dicho testigo reconoció a Conberse como el hombre que atropelló a Fernández y apuntó que “no había posibilidad de que no la viera porque estaba parada frente al auto”.

“Se fue a toda marcha, ni siquiera frenó el auto”, especificó.





Al ver el desastre que hicieron, Conberse y su mujer abandonaron el auto en un descampado en Florencio Varela. Luego fueron a lo de la suegra de Conberse, le enchufaron los tres hijos menores y rajaron para la costa en otro auto a guardarse durante el fin de semana largo. Querían ver si la cosa se calmaba y si lograban zafar.

Pero Noelia murió tras dos día de agonía en el Hospital Cristian Penna y a Conberse no le quedó otra que entregarse. Estaba rodeado. 


LA ESTRATEGIA DE LA DEFENSA: 
"Fue un accidente"

El juicio ante el jurado se limitó a la discusión dogmática entre la defensa y la fiscalía acerca de si el homicidio fue doloso o culposo. Es decir, la jueza Susana Silvestrini debió explicarle al jurado en sus instrucciones si Conberse tuvo intención de matar a los policías o si, por el contrario, actuó con imprudencia en el tránsito. Con una pena sensiblemente menor, obviamente.


La fiscal Marcela Dimundo

De nuevo, la habilidad de la fiscal Marcela Dimundo para presentarle las pruebas al jurado y ejecutar su teoría del caso fueron coronados con el éxito. La fiscal supo explicarle con precisión al jurado que Conberse no tenía dolo directo de matar, pero que sí tuvo dolo indirecto o de segundo grado.

"El plan de Conberse era huir fuera como fuera porque no tenía los papeles en regla y porque tenía una condena previa que seguramente lo iba a dejar detenido. Pasar por encima de los policías fue una consecuencia necesaria de su plan de no ser capturado". 

Brillante. Corto, contundente y en lenguaje claro para explicarle al jurado la diferencia entre un actuar doloso o culposo. La defensa a cargo de Fernando Baliela no pudo imponer su tesis y el jurado condenó a Lucas Conberse por homicidio simple doloso. Tras la cesura de la pena, la jueza le aplicó 13 años de prisión.


Leer noticias aquí:

- Diario Conurbano (6/12/19): "Condenan a 13 años a un hombre que pasó por arriba con su auto y mató a una policía en Lanús" (ver)

- M1 (23/12/17): "Lanús: una mujer policía murió atropellada por un auto que evadió un control" (ver)

- El Sindical (6/12/19): "Lomas de Zamora: Condenan a 13 años a un hombre que pasó por arriba con su auto y mató a una policía en Lanús" (ver)