AVISO

AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales

sábado, 7 de diciembre de 2019

LOMAS DE ZAMORA: 13 años para un hombre que pasó por arriba con su auto y mató a una policía en Lanús

La infortunada víctima,
de sólo 24 años de edad

Si Damián Szifrón hubiera estado ese día en Lanús, no hay dudas que hubiera escrito el guión para Relatos Salvajes Parte 2. Tal fue lo sucedido el 21 de diciembre de 2017 a las 20 hs, cuando Noelia Fernández y Diego Porcella, ambos efectivos de la Policía comunal se acercaron a identificar a los tres ocupantes de un Peugeot 206 azul, en Anatole France y 9 de Julio. El que manejaba era Lucas Conberse, condenado por homicidio doloso por el jurado popular.

Primero el desenlace: tras una violenta discusión, ambos efectivos fueron arrollados por Lucas Conberse. Noelia murió dos días después. Porcella fue arrastrado 50 metros, pero milagrosamente sobrevivió. Otra historia mínima de un día de furia  y de ira desatadas. Todo un espejo de lo que se ha convertido la sociedad de los seres ¿humanos? en el siglo XXI.




Como dice la gran ensayista Jessica Mercado, "aquellos acontecimientos que, como se dice, “le pueden pasar a cualquiera”, desatan la ira, la emoción más primitiva del ser humano y a la vez la más contenida por la sociedad. Los seres humanos somos animales "finamente dopados" con reglas de convivencia, de conducta, talleres de autoayuda, charlas de autocontrol y largas horas de terapia. Todo para no matarnos y respetar el llamado “pacto social”, una burbujita frágil que puede explotar en cualquier momento ante cualquier causa".


LOS HECHOS

Cerremos los ojos e imaginemos la escena. Pleno centro comercial de Lanús un 21 de diciembre. La gente ansiosa por Navidad y Año Nuevo. Gente que ya no da más. Seres detonados por dentro a punto de deflagrar hacia afuera y a llevarse a alguno puesto. "No estoy solo, puedo salir a comprar". En una sola frase, los geniales Divididos resumen este nefasto espíritu de Black Christmas que se ha apoderado de los humanos de estas épocas.


Gato de metal

La Navidad del siglo XXI es hoy sinónimo de Garbarino, Frávega y de shoppings. Son las Nuevas Catedrales, dice Nils Christie. El pesebre pasó a segundo plano, arrollado por el consumo de las multitudes en los Malls. Época de compras para aplacar una ansiedad que corroe por dentro a los seres sintientes. Porque Fin de Año es, además, el momento inevitable de perturbadores cierres de ciclos. Así lo retrató Charly García, otro de nuestros máximos artistas en el tema Gato de Metal (1990): 

Yo soy un gato de metal
Vivo en un agujero
Tengo una ansiedad
Como de año nuevo
Nunca se dónde estoy
Nunca se dónde voy
Tengo miedo de la escena de la calle
Tengo miedo que en la calle no haya nadie
Esa es la rapsodia de los que
Decoran el tiempo
Por eso vivo en los tejados
Viajo en subterráneo
Amo a los extraños
Mi comodidad sólo es mi aventura
Nunca será igual
Nunca nada dura
Vos te querías comprar un perro?
Pero soy un gato
Vos te querías comprar un perro?
Pero soy un gato

Lo cierto es que ese día en Lanús los negocios y la calle estaban repletos de gente y movimiento. Las cámaras de seguridad filmaban todo. Un auto estaba flagrantemente mal estacionado en plena senda peatonal. Dos agentes de la Policía local se acercan para labrar la infracción, pero en el auto no había nadie. Los dueños estaban comprando.





De repente, salen de un local Lucas Conberse, su mujer y un primo. Al ver a los policías al lado del auto, la mecha se encendió. Y ya no se apagó más.

Primero los pormenores:  Conberse tenía una condena previa por robo con armas y privación ilegal de la libertad. Su pena no estaba vencida a los fines de la reincidencia del art. 50 del CP y su auto era legítimo, pero no tenía ningún papel en regla. Según la fiscal Marcela Dimundo, esta flojera de papeles fue determinante para explicar por qué Conberse salió arando del lugar y se llevó puestos a los dos policías. No quería quedar detenido. A continuación, el diálogo que desencadenó la tragedia y que los testigos reprodujeron ante el jurado.

EL DIÁLOGO FATAL

Policías: "Señor, usted dejó el vehículo estacionado en la senda peatonal. Los papeles del auto, por favor".

La mujer y el primo se suben al auto y Conberse queda parado con la puerta del conductor abierta y una mano en el volante. La mujer le alcanza una vulgar fotocopia de algo a la agente policial.

Policías: "Esto es una fotocopia y ni siquiera está  a su nombre, señora. Por favor, necesito la documentación original, título, 08, cédula verde y licencia de conducir".

Conberse: "Vos me estás verdugueando. No me verduguées que se pudre todo, ¿oíste?".

Mujer: "¿Por qué no van a correr a los chorros en vez de jodernos a nosotros?"

Conberse: "No me rompas. Ya te saco el auto y todos contentos. Pero no me jodás, eh? Hay tanto chorro suelto por ahí y vos venís a perder tiempo hablando conmigo, gil de cuarta".

Policía Noelia: "Por favor, respete a mi compañero, quédese tranquilo y colabore..."

Mujer: "Cerrá el orto, conchuda con gorra y andá a laburar, la concha de tu hermana..."

Policía Corbella: "Señora, cálmese y déme los papeles del auto..."

Mujer: "¡Ratis hijos de puta! ¡Váyanse a la mierda, la puta que los parió! ¡Déjense de joder!

Policía Noelia: "Señora, tranquilícese y respete a mi compañero. Nosotros también estamos trabajando".

Conberse y su mujer (indistinto): "Pero ¿qué vas a estar trabajando? ¡Metéte la gorra en la cajeta, forra de cuarta, hija de remil putas! 

Los comerciantes - luego testigos directos ante el jurado- comenzaron a agolparse al escuchar la desmadrada discusión. De repente, Conberse se mete a dentro del auto, traba las puertas, pone marcha atrás con violencia y sale arando. 

Noelia realiza un movimiento instintivo que a la postre resultó fatal. Al ver que Conberse puso marcha atrás para irse, se paró pegada a la trompa del vehículo para evitar que se fuera. Pero Conberse salió a toda velocidad, la arrolló y le aplastó la cabeza. El policía Corbella se agarró de la ventanilla de atrás y fue arrastrado 50 metros por la calle Anatole France. La multitud de testigos no podían creer lo que veían.

Jorge Fiurno, un empleado de un local donde ocurrió el hecho, aseguró ante el jurado que vio “a dos policías discutiendo con una persona que tenía el auto estacionado en la senda peatonal y que cuando el hombre intenta irse la mujer policía se coloca frente al auto para impedir su paso".

Otro testigo dijo que “el tipo hizo marcha atrás para salir, pone primera a fondo y le pasó por arriba a la policía y vi como el auto hizo el movimiento de cuando pasas como por un lomo de burro pero era su cuerpo”. Dicho testigo reconoció a Conberse como el hombre que atropelló a Fernández y apuntó que “no había posibilidad de que no la viera porque estaba parada frente al auto”.

“Se fue a toda marcha, ni siquiera frenó el auto”, especificó.





Al ver el desastre que hicieron, Conberse y su mujer abandonaron el auto en un descampado en Florencio Varela. Luego fueron a lo de la suegra de Conberse, le enchufaron los tres hijos menores y rajaron para la costa en otro auto a guardarse durante el fin de semana largo. Querían ver si la cosa se calmaba y si lograban zafar.

Pero Noelia murió tras dos día de agonía en el Hospital Cristian Penna y a Conberse no le quedó otra que entregarse. Estaba rodeado. 


LA ESTRATEGIA DE LA DEFENSA: 
"Fue un accidente"

El juicio ante el jurado se limitó a la discusión dogmática entre la defensa y la fiscalía acerca de si el homicidio fue doloso o culposo. Es decir, la jueza Susana Silvestrini debió explicarle al jurado en sus instrucciones si Conberse tuvo intención de matar a los policías o si, por el contrario, actuó con imprudencia en el tránsito. Con una pena sensiblemente menor, obviamente.


La fiscal Marcela Dimundo

De nuevo, la habilidad de la fiscal Marcela Dimundo para presentarle las pruebas al jurado y ejecutar su teoría del caso fueron coronados con el éxito. La fiscal supo explicarle con precisión al jurado que Conberse no tenía dolo directo de matar, pero que sí tuvo dolo indirecto o de segundo grado.

"El plan de Conberse era huir fuera como fuera porque no tenía los papeles en regla y porque tenía una condena previa que seguramente lo iba a dejar detenido. Pasar por encima de los policías fue una consecuencia necesaria de su plan de no ser capturado". 

Brillante. Corto, contundente y en lenguaje claro para explicarle al jurado la diferencia entre un actuar doloso o culposo. La defensa a cargo de Fernando Baliela no pudo imponer su tesis y el jurado condenó a Lucas Conberse por homicidio simple doloso. Tras la cesura de la pena, la jueza le aplicó 13 años de prisión.


Leer noticias aquí:

- Diario Conurbano (6/12/19): "Condenan a 13 años a un hombre que pasó por arriba con su auto y mató a una policía en Lanús" (ver)

- M1 (23/12/17): "Lanús: una mujer policía murió atropellada por un auto que evadió un control" (ver)

- El Sindical (6/12/19): "Lomas de Zamora: Condenan a 13 años a un hombre que pasó por arriba con su auto y mató a una policía en Lanús" (ver)