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jueves, 13 de diciembre de 2018

Bahía Blanca: PARA EL JURADO NO HAY VÍNCULO CUANDO LA RELACIÓN ES FUGAZ. Mujer culpable de homicidio simple

Los titulares de este caso que conmocionó a Coronel Suárez lo decian todo: "Mujer mata a su pareja y lo arroja a un pozo séptico". "Muere asfixiado".

El juicio fue por jurados en Bahía Blanca. Ellos debían decidir si la mujer sería condenada a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo de pareja (de acuerdo a la acusación de la fiscalía) o si, en cambio, sería condenada por homicidio emocional con perspectiva de género (tal como sostenía la defensa).

Tras una larga deliberación, el jurado arribó a un veredicto unánime de culpabilidad por un delito menor incluido en la acusación: homicidio simple.

Juez Eugenio Casas

El debate fue dirigido por el juez Eugenio Casas, del Tribunal en lo Criminal Nº 2 de Bahía Blanca. La acusación fue sostenida por el fiscal Mauricio del Cero y por el abogado de la familia de la víctima Sebastián Garippe. En tanto, la defensa fue ejercida por la defensora oficial Fabiana Vannini, junto al defensor oficial Sebastián Cuevas.

Los hechos del caso:

El crimen tuvo lugar en la comunidad rural alemana de Coronel Suárez. Raquel Baumgartner, una mujer de 43 años, estaba acusada de matar a un hombre de 66 años (Pedro Schifelbain), quien según los acusadores era su pareja y según la defensa sólo un amigo.

Fiscal Mauricio Del Cero

Según información del juicio, el hombre la hostigaba permanentemente. El día de los hechos, minutos antes de su muerte, había llegado a la casa de Baumgartner, ubicada en una colonia alemana del partido de Coronel Suarez, en estado de embriaguez y amenazándola con embarazar a su hija si ella no le daba un bebé. "Si no me das un bebé lo voy a tener con tu hija", la amenazó.

Baumgartner confesó tres días después el crimen, cuando la policía la convocó a la comisaría en el marco de una investigación por la desaparición de Schifelbain.  

En su relato, detalló que Schifelbain había llegado borracho a su casa el 1ro de enero de 2017, exigiendo que "debían" ser pareja y tener un hijo. Frente a su negativa, la amenazó con tenerlo con su hija.

En ese momento se produjo una discusión y Baumgartner lo empujó y cayó desmayado al piso. Al caer Schifelbain y creerlo muerto, le puso en la cabeza la bolsa del tacho de basura. Luego lo ató de pies y manos y lo tiró al pozo ciego de su casa.


La estrategia de la defensoría: nunca negó el delito.

La defensora oficial tuvo una acertada decisión inicial: desde el primer momento le manifestó al jurado que no pedía la inocencia de Raquel. Ella era culpable y debía tener una pena. Pero tampoco era justo mandarla presa por toda la vida.

Con solidez, no negó el homicidio, sino que se enfocó en obtener una pena justa y razonable, que tuviera en cuenta las agresiones sufridas por la imputada de parte de la víctima y también el desgarrador cuadro de maltrato y de violencia de género que sufrió de anteriores parejas y de su propia familia.

El contexto histórico de violencia de género:

Raquel se crió en el campo, en  el seno de una familia patriarcal. A la 18 años quedó embarazada de su primer hija producto de una relación con un hombre casado, con hijos y 25 años mayor que ella. El hombre nunca reconoció a  la niña.

Sus padres nunca le reclamaron nada al hombre mayor. Pero sí a Raquel, por ser madre soltera tan joven. La sumieron en la más plena ignominia.

Dos años después, Raquel volvió a quedar embarazada. Ocultó por temor su nuevo embarazo y el bebé nació en el  medio de los yuyos, sin atención médica y con una discapacidad.

La familia de Raquel la obligó a elegir entre quedarse en la casa con su hija más grande solamente o irse con los dos niños. Finalmente su hijo terminó internado en un neuropsiquiátrico.

A los 23 años, conoció a un chofer de camiones, en quien encontró una oportunidad para escapar. De esta relación volvió a quedar embarazada y fue obligada por su familia a dar a su tercer hijo en adopción.

También a instancias de su familia, a los 23 años un médico del pueblo le ligó las trompas.

Pasó el tiempo y  Raquel conoció a otro hombre con el que se fue a vivir junto a su hija.

Este hombre resultó ser un borracho que abusó de su hija, cuando tenía 10 años. Frente a ello la justicia decidió que su hija fuera derivada a un hogar. Luego de un tiempo, Raquel consiguió trabajo y luchó por recuperarla.

Esa era la historia de vida de la acusada, que la defensa presentó al jurado como perspectiva de género. Esa historia de tragedia y opresión patriarcal la había marcado hasta el día de los hechos, cuando otro hombre borracho, tratándola como si fuera una simple cosa, exigía su posesión y amenazaba con violar a su hija.

Pero la defensa también atacó un punto clave de la acusación fiscal: ¿Hay vínculo en terminos de la agravante del artículo 80 inciso 1ro del Código Penal cuando la relación es meramente fugaz? ¿Se puede enviar a perpetua a una mujer por dar muerte a un hombre a quien vio ocasionalmente?

Finalmente este fue el punto exacto en que se ubicó el jurado para determinar los hechos.



Defensores oficiales Fabiana Vannini y Sebastián Cuevas

Defensora Fabiana Vannini

El jurado fue enviado a deliberar y previamente el juez les brindó y explicó las opciones de veredicto en juego. Podían declarar a la acusada:

  • Culpable de homicidio agravado por el vínculo de pareja (de acuerdo a la acusación de la fiscalía).
  • Culpable del delito menor incluido de homicidio simple.
  • Culpable del delito de homicidio con emoción violenta (de acuerdo al planteo de la defensa)
  • No culpable.
El jurado deliberó durante un largo tiempo. Los hechos eran complejos y la decisión difícil.

El jurado consideró que la acusada era culpable, pero no por un hecho de la gravedad pretendida por la acusación. Tampoco por la opción mas leve de emoción violenta introducida por la defensa.

Lo hizo por el delito menor incluido de homicidio simple.

De este modo, el jurado se posicionó respecto de una cuestión jurídica que suele despertar diversidad de opiniones entre los juristas: ¿a partir de qué momento puede atribuirse la calidad de "pareja" a una relación entre dos personas?

A criterio del jurado, Baumgartner era responsable del homicidio y no había mediado un rapto emocional. Pero la relación de con Schifelbain no podía ser catalogada como "pareja".

El juez impondrá la pena la semana que viene, en medio de una gran expectativa.


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