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AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales

sábado, 27 de julio de 2019

Trascendente sentencia sobre el juicio por jurados de la Corte Suprema de Justicia de Canadá



La Corte Suprema de Justicia de Canadá emitió días atrás su sentencia en el caso R. vs. Stillman 2019 SCC 40 (2019). La Constitución canadiense establece que cualquier ciudadano tiene el derecho a ser juzgado por jurados si el caso excede los cinco años de prisión, excepto que se trate de un delito bajo jurisdicción militar. En ese caso, será juzgado por una corte marcial, dirigida por un juez militar y un panel de cinco militares que rinden el veredicto.

Stillman y otros militares fueron acusados de abusar sexualmente de otra persona en un cuartel de Canadá. Fueron juzgados y condenados por la corte marcial, pero repetidamente insistieron en ser juzgados por un jurado de doce civiles, dado que se trataba de un delito común, sin conexión alguna con el servicio militar y en tiempos de paz. La Corte Suprema de Justicia de Canadá les denegó la petición por 5 a 2, pero aprovechó el fallo para escribir otra página memorable sobre el juicio por jurados.




La doctrina legal de la Corte Suprema

[24]  Los juicios por jurados en las cortes de Inglaterra pueden ser rastreados hasta remontarnos 900 años atrás a los tiempos de Guillermo el Conquistador (ver R. v. Bryant (1984), 48 O.R. (2d) 732 (C.A.), at p. 742, citando a W. S. Holdsworth, A History of English Law (5th ed. 1931), vol. 1, at pp. 312-50). El jurado “protegió a las personas en tiempos pasados cuando el monarca podía ejercer presiones e influencias indebidas en procedimientos que eran conducidos ante sus propias cortes” (R. v. Lee, [1989] 2 S.C.R. 1384, at p. 1401) y así proveyó “un poderoso medio para contrabalancear los amplios poderes del Rey y luego del Estado” (R. v. Trépanier, 2008 CMAC 3, 232 C.C.C. (3d) 498, at para. 75).

[25] La comprensión moderna acerca de la naturaleza e importancia del derecho al juicio por jurados fue explicada en R. v. Turpin, [1989] 1 S.C.R. 1296, donde el juez Wilson escribió:

"El derecho del acusado a recibir un juicio ante un juez y un jurado de sus pares es un derecho importante del que han gozado históricamente los individuos en el mundo del common law. El jurado ha sido repetidamente aclamado como el baluarte de las libertades individuales. Sir William Blackstone, por ejemplo, llamó al jurado “la Gloria de la Ley de Inglaterra" y “el más trascendente privilegio del que cualquier súbdito puede gozar": Blackstone, Commentaries on the Laws of England (8th ed. 1778), vol. 3, at p. 379.

El jurado sirve a intereses sociales y/o colectivos a la vez que protege a los individuos. El jurado cumple con fines sociales básicamente por actuar como un vehículo para la educación pública y por plasmar en sus veredictos el peso de los estándares comunitarios. Sir James Stephen enfatizó los intereses colectivos a los que sirve el juicio por jurados cuando sostuvo:

". . . el juicio por jurados involucra a un enorme número de personas en la administración de justicia y las hace responsables por ella. Es difícil sobreestimar la enorme importancia que esto tiene, pues provee a la administración de justicia de un grado de poder y de popularidad que difícilmente pueda ser obtenida de cualquier otra fuente". (J. Stephen, A History of the Criminal Law of England (1883), vol. I, at p. 573.)



[26] No mucho después de decidir el caso Turpin, el juez L’Heureux-Dubé describió el rol y la significancia del jurado como institución en R. v. Sherratt, [1991] 1 S.C.R. 509:

“El juicio por jurados es un componente vital de nuestro sistema de justicia criminal. Nuestras cortes han remarcado adecuadamente la importancia de los veredictos del jurado y el respeto que se le deben tener a esas decisiones. Hoy, como en el pasado, se deposita una enorme confianza en dichas decisiones. Creemos que eso fluye de la conciencia colectiva que doce miembros de la comunidad han trabajado mancomunadamente para llegar a un veredicto unánime.

El jurado, a través de su toma de decisión colectiva, es un excelente determinador de los hechos; debido a su carácter representativo, actúa como la conciencia de la comunidad; el jurado puede actuar como el último baluarte contra las leyes opresoras y sus imposiciones; provee los medios mediante los cuales el Pueblo aumenta su conocimiento del sistema criminal de justicia e incrementa, por la participación pública, la confianza de la sociedad en el sistema como un todo”.

[27] Más recientemnte, la mayoría en R. v. Kokopenace, 2015 SCC 28, [2015] 2 S.C.R. 398, enfatizó que “el derecho a ser juzgado por un jurado de sus pares es uno de los pilares de nuestro sistema de justicia criminal” (para. 1).

[28] Esta breve reseña revela que el derecho al juicio por jurados sirve a dos propósitos fundamentales. En el plano individual, protege al acusado al darle el beneficio de ser juzgado por sus pares. Desde que el derecho le pertenece al acusado, esta dimensión individual es de la máxima importancia. En el plano social, provee de un vehículo para la educación pública sobre el sistema de justicia penal y plasma en los veredictos todo el peso y el valor de los estándares comunitarios."



Acceda aquí al fallo completo en inglés (R. vs. Stillman 2019 SCC 40 (2019))