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AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales

domingo, 22 de septiembre de 2019

SAN RAFAEL, MENDOZA: El jurado condenó a los 4 asesinos del matrimonio Scalia

La última navidad en familia
del matrimonio Scalia y sus hijos

Los asesinos condenados a perpetua

Un jurado popular de San Rafael encontró culpables a la banda integrada por Cristian Pajón, Ricardo Peñalbe, Fernando Olivárez y Carlos Ávila de haber asesinado a los queridos panaderos Miguel Ángel Scalia (63) y Liliana Balmaceda (58) durante la madrugada del domingo 25 de septiembre de 2017. Pasarán el resto de sus días en la cárcel.

El juicio se extendió de lunes a sábado. A las 23 hs del sábado, tras varias horas de deliberación, los doce  integrantes del jurado llegaron a un veredicto unánime para los cuatro asesinos. El jurado consideró probado más allá de duda razonable que los acusados  “mataron para robar”.

En función del delito por el que fueron hallados culpables, el juez Ariel Hernández condenó a los acusados a prisión perpetua por el delito “homicidio doblemente agravado criminis causa”.

LOS HECHOS

Pajón, Peñalbe, Olivárez y Ávila se drogaron, bebieron alcohol y, con el dato de que en la casa de sus vecinos -los panaderos Scalia- había una importante suma de dinero, entraron a la casa en la madrugada de ese domingo de septiembre de 2017. Liliana Scalia reconoció a Pajón, que vivía prácticamente enfrente. Fue la sentencia de muerte para el matrimonio. Su suerte estaba sellada. Los iban a ejecutar.

Primero asesinaron a Liliana y luego hicieron lo propio con Miguel. Los golpearon salvajemente con objetos contundentes, entre ellos una maza de construcción, trozos de cemento y una barreta. Les aplicaron golpes de puño, les fracturaron los dedos y provocaron gravísimas lesiones en la cabeza. Luego acomodaron los cuerpos, limpiaron la escena del crimen y escaparon. 

"Actuaron con guantes de látex y no dejaron huellas", sostuvo el jefe de Fiscales de Homicidios del Sur, Pablo Peñasco, durante los alegatos de clausura. 

A la única que dejaron con vida fue a la hija más pequeña de 13 años, una niña discapacitada con Síndrome de Down. Como era incapaz de reconocerlos, la dejaron en su silla de ruedas, sola y abandonada en otra habitación. Varios asistentes el público y algunos jurados no pudieron contener las lágrimas al escuchar esta fría crueldad.

Los cuatro acusados del brutal crimen

El caso shockeó a San Rafael y al país, al punto que el popular programa policial de TN "Cámara del Crimen", conducido por el periodista Canaletti le dedicó un programa íntegro (El doble crimen del barrio Nihuil llegó a TN y salió por “Cámara del Crimen”).




Jesús Scalia, hijo del matrimonio, declaró antes del juicio: “Queremos que al jurado se le muestren todas las pruebas que hay. Tengo confianza en el tribunal popular, siempre y cuando nos dejen mostrarle la verdad al jurado”. 


LAS PRUEBAS Y EL JUICIO

No hubo testigos directos. No hubo videos de cámaras de seguridad. Nada ni nadie identificó directamente a los autores de tan macabro suceso. El caso tomó ribetes dramáticos por esta razón. Toda la prueba era indiciaria y circunstancial, pero durante el juicio comenzó a aflorar la verdad.

La primera prueba importante llegó de la mano de la perra rastreadora Coni. Ella fue directamente a la casa de Pajón, a metros de la vivienda de los Scalia, donde se secuestraron ropas ensangrentadas y una zapatilla con una marca muy particular en la suela. Dicha huella estaba presente en varios lugares de la casa. La fiscalía llevó un perito experto en huellas que sostuvo científicamente cómo es el andar de una persona a partir de la pisada del dedo y el talón y el desgaste de la zapatilla. Pajón adentro.

La segunda prueba la dieron los testimonios que dieron cuenta de que Ávila quiso vender una maza de construcción y los contactos directos de éste con Peñalbe y Olivárez.

La tercera prueba crucial se produjo el viernes en el debate y terminó de hundir a los acusados. El reconocido perito criminalista Narváez, ex jefe de la Policía Científica del Sur mendocino, sostuvo que en esa casa hubo solamente cuatro ladrones. Que la diferencia de tiempo entre la ejecución de Liliana y Miguel indicaba la presencia simultánea de cuatro personas.

La cuarta fueron las declaraciones de los propios acusados. Se incriminaron mutuamente con tal de zafar y no se dieron cuenta que se colocaron solitos en la escena del crimen. El jurado supo leer muy bien esta maniobra.

La prensa local lo dijo con todas las letras: "Capítulo aparte merece la estrategia de los abogados defensores que, en un último intento de salvar el pellejo de sus respectivos defendidos, lanzaron filosos dardos contra los otros. Una especie de “sálvese quien pueda porque se hunde el barco”. Las acusaciones cruzadas entre los imputados despejaron el camino, considerando que de una u otra forma todos tuvieron algo que ver".

La abogada querellante Claudia Fajardo,
de tenaz labor, y los hijos de Scalia

LOS ALEGATOS DE CIERRE

El fiscal Pablo Peñasco unió con precisión todos los puntos de la prueba para el jurado y cerró: “Perdimos dos buenas personas, dejaron sin sus padres a una joven que los necesitaba mucho”.

La abogada de la querella, Claudia Fajardo, usó un proyector para realizar una cronología de las acciones de los acusados el sábado, el domingo y el lunes. “La casa de los Scalia era el blanco perfecto y terminaron matando para robar. Fue una masacre, un escenario criminal totalmente organizado por estos cuatro asesinos. Le quitaron el privilegio a Jesús, Cecilia y Alejandra de que Miguel y Liliana conocieran a sus nietos, que los vieran crecer”, sostuvo.

En tanto que los defensores de los acusados siguieron con la estrategia que habían exhibido en el comienzo del juicio, con aseveraciones de inocencia respecto a sus patrocinados y acusaciones cruzadas. El defensor de Cristian Pajón, por ejemplo, sostuvo que su defendido no participó del hecho y sí le atribuyó el crimen a Carlos Ávila. En tanto que Jorge Vitale, defensor de Fernando Olivárez, volvió a insistir con que los asesinos del matrimonio fueron Pajón y Ricardo Peñalbe.


El fiscal Pablo Peñasco y la fiscal Andrea Rossi

Los defensores

LAS INSTRUCCIONES DEL JUEZ

El juez Ariel Hernández condujo con mano de hierro y experiencia un debate muy caliente, de final incierto y con seis abogados. Además, era su debut absoluto con el juicio por jurados. Su actuación fue por demás destacada, ya que no hubo el más mínimo incidente, a pesar de que durante todo el proceso existieron amenazas muy fuertes hacia testigos y familiares. Sus instrucciones al jurado incluían tres opciones: culpable de homicidio criminis causa, culpable de homicidio en ocasión de robo y no culpable. 


Juez Ariel Hernández

EL VEREDICTO

Tras más de cuatro horas de deliberación y pedido para repasar ciertas pruebas, el jurado anunció que ya tenía un veredicto. La tensión se apoderó de la inmensa sala del Centro de Exposiciones de San Rafael, donde el juicio debió desarrollarse dadas sus inusuales características. 

El juez Ariel Hernández hizo poner de pie a los acusados y ordenó al presidente del jurado a que leyera los cuatro veredictos. A continuación, vea el video



Leer noticias aquí:

- Clarín (22/09/19): "Asesinaron a golpes a un matrimonio de panaderos y un jurado popular los condenó a perpetua" (ver)

- Mendoza Sur (22/09/19): "Caso Scalia: los cuatro recibieron perpetua" (ver)

- Diario San Rafael (22/09/19): "Prisión perpetua para los asesinos de los Scalia" (ver)