La semana pasada, en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Sur (UNS), Bahía Blanca fue sede de las "Jornadas de Juicio por Jurados en la provincia de Buenos Aires".
Entre los expositores estuvieron el presidente de la Asociación Argentina de juicio por Jurados (AAJJ): Héctor Granillo Fernández, Harry Dorfman (juez de la Corte Superior de San Francisco) y el Ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, quien se declaró defensor acérrimo del jurado popular y reflexionó que los juicios por jurados recuperarán el rol esencial de la administración de justicia.
"Estoy de acuerdo con el sistema porque es un mandato constitucional y creo muy interesante la participación comunitaria, agrega un valor que no tiene aquel que está inflamado por la norma, por el conocimiento del derecho, que es el sentido común y el criterio. Creo que no hay tantos juicios por jurados por deficiencias de difusión, de la incorporación de parte de la justicia al modelo, pero con el paso del tiempo me parece que, en la medida que haya una sensación de que a la ciudadanía le sirve, va a haber más. También hay que cambiar la forma de litigar, la oralidad, que es fundamental y ni siquiera los exámenes son orales en el Consejo de la Magistratura. Por eso es importante readaptar el sistema de formación de abogados y jueces", afirmó.
De este modo, el Ministro resaltó la importancia de que los operadores se capaciten en técnicas de litigación oral.
Granillo Fernández, por su parte, afirmó con contundencia: "Tenemos que disfrutar de este cambio copernicano que estamos viviendo, el juicio por jurado estuvo por años en la Constitución Nacional, esta en su naturaleza y espíritu. Ahora el juicio por jurado llegó para quedarse y no hay vuelta atrás".
Además resaltó que el jurado es la única oportunidad de arreglar la nefasta realidad del descreimiento del pueblo en la administración de justicia y remarcó que la implementación de este sistema se va expandiendo paulatinamente a lo largo de todo el país. También destacó especialmente la suma importancia del veredicto popular, resaltó que se trata de un acto legitimado constitucionalmente, y que es una forma clara de manifestar el poder del soberano (pueblo), que hoy podemos decir que es una viva proyección del principio del sistema de gobierno representativo y republicano. El veredicto del jurado se caracteriza por su marcada imparcialidad e independencia, cuya determinación estricta de los hechos juzgados, cae en la cabeza del pueblo. Es necesario integrar a los Jurados y los Jueces, ambos cumplen roles fundamentales este sistema y se complementan. Resaltó que hay que terminar con la cultura del expediente. Y que un juicio penal sin jurados, es un mero proceso escriturario y no acusatorio adversarial, enfatizó que es hora de desterrar las incorporaciones por lectura como práctica habitual y que hay que Litigar.
Las jornadas contaron, también, con las exposiciones de jueces, fiscales y defensores. Participaron en tal carácter: Carlos Carnevale (defensor público de Bahía Blanca), Silvina Corvalán (secretaria de la Defensoría General de Bahía Blanca), Mariana Maldonado (juez de tribunal de Morón), Silvina Manes (juez de la Cámara de Apelaciones de la C.A.B.A. y presidente de la Asociación de Profesores de Derecho Procesal Penal), Nicolás Amoroso (juez de tribunal de Lomas de Zamora), Francisco Pont Verges (juez de tribunal de San Martín), Pablo Santamarina (fiscal de Pergamino), José Luis Ares (juez correccional de Bahía Blanca), Eduardo D’Empaire (juez de tribunal de Bahía Blanca), Mario Kohan (juez del Tribunal de Casación bonaerense) y María Graciela Cortázar (defensora general de Bahía Blanca).
Además se encontraban presentes el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay; el rector de la Universidad Nacional del Sur, Mario Ricardo Sabbatini, y el Director Decano del Departamento de Derecho de esa Universidad, Andrés Bouzat.
Leer gacetilla de las jornadas:
- Resumen de las jornadas [Ver]
La A.A.J.J. agradece a Silvia Benítez por la elaboración del informe.
Más sobre Bahía Blanca:
En los últimos días se llevaron a cabo dos nuevos juicios por jurados en Bahía Blanca, ambos con veredictos de culpabilidad. En el primero de ellos, el jurado rindió un veredicto unánime de culpabilidad y el juez D’Empaire impuso al acusado una pena de 8 años y 3 meses de prisión tras la audiencia de cesura; en el segundo de ello, se encontró al acusado culpable de portación ilegítima de arma de fuego (delito menor incluido en la acusación).
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